tag:blogger.com,1999:blog-57035248443554482602024-03-12T19:25:19.753-07:00INFIERNO SOSTENIDOÓscar Santos Payánhttp://www.blogger.com/profile/00224875085749152433noreply@blogger.comBlogger150125tag:blogger.com,1999:blog-5703524844355448260.post-63779128863724990862015-03-23T11:57:00.000-07:002015-03-23T11:57:19.371-07:00OH GRAN BASTARDO<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">"... Oh gran bastardo, inocúlanos en el torrente sanguíneo, en la piel, en las encías, en el sexo, entre las uñas, en las córneas, en el semen o el flujo vaginal el virus de la cultura. Contágianos a todos o sólo a uno que lo expanda cuando nos toque o nos muerda o nos folle, hazlo gran bastardo, tú que eres el hijo de dios, que quitas el pecado del mundo, tú que todo lo ves envenénanos de cultura, la antigua o moderna, desde Sócrates a Luna, haznos dignos de esa puta enfermedad, divina lepra que nos arranque trozos de libro, cáncer de los cánceres, dolor y escozor y náuseas y vómitos y llagas y costras y heridas y pus. Haz que desaparezcan los apóstoles del miedo, reviéntalos con tus hermosas plagas, todas juntas o barriendo la ignorancia y la ignominia, haz que desaparezcan, gran bastardo, los primogénitos, esos que heredan y nos humillan siglo tras siglo, que nos arrodillan y nos martirizan, mándalos al infierno del gran satanás, no dejes nada de la serpiente, son ellos y sus imitadores, lo sabes, es su codicia la que agrieta nuestra piel y enferma nuestra saliva...</span><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">" </span></div>
Óscar Santos Payánhttp://www.blogger.com/profile/00224875085749152433noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5703524844355448260.post-61267852455566393792014-04-15T05:15:00.000-07:002014-04-15T05:15:47.524-07:00Bajaba la persiana todos los días y con ella un telón viejo, ese dolor sobre el escenario de la vida. Polvo en la madera, reflejos, virutas de luz para esas tablas cien mil veces pisadas, que no dejan de ser un cuerpo magullado. Se escondía y no podía evitar las sombras de la rabia anclándose en las paredes. Duele respirar cuando la vida duele tanto o más que la muerte. Esa confusión en los costados, respiración clavando en el corazón astillas de huesos que se doblan sin partirse del todo. Es ese espectáculo, ese saberse único en la playa desierta ante la ola de un tsunami. Sabía que sólo quedaba rendirse o detenerse a celebrar la vida, parar el reloj y preguntarse qué regalo hacerle o hacerse para esquivar la terrible amargura. Y se dio cuenta de que eso mismo que mil veces había pensado y casi nunca había vivido, la vida, era la mejor forma de no olvidar, de enfrentarse a la maldita pena y a la mezquina y puta muerte.<br />
<a name='more'></a>Óscar Santos Payánhttp://www.blogger.com/profile/00224875085749152433noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5703524844355448260.post-49802931156276400952013-09-24T12:10:00.000-07:002013-09-24T12:10:26.038-07:00ESCRITORES X CIUDAD JUÁREZ<img src="webkit-fake-url://50D309B3-2A91-46BA-81DD-D6EC5C1943A0/imagejpeg" /><br />
<h4 align="center" class="aligncenter" style="border: 0px; clear: both; margin: 20px auto; outline: none; padding: 0px; position: relative; text-align: start; vertical-align: baseline;">
<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0); border: 0px; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; vertical-align: baseline;">MANIFIESTO DE LOS ESCRITORES POR CIUDAD JUÁREZ</span></h4>
<h4 align="center" class="aligncenter" style="border: 0px; clear: both; margin: 20px auto; outline: none; padding: 0px; position: relative; text-align: start; vertical-align: baseline;">
<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0); border: 0px; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; vertical-align: baseline;">28 DE SEPTIEMBRE 2013. Plaza de Cervantes, 19:00h.</span></h4>
<div style="border: 0px; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
</div>
<div align="justify" style="border: 0px; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-align: start; vertical-align: baseline;">
<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0); border: 0px; font-style: inherit; font-variant: inherit; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; vertical-align: baseline;">El 6 de enero de 2011 asesinaron en Ciudad Juárez, a nuestra compañera, poeta y activista Susana Chavez. En su nombre y en el de todas las víctimas que se ha cobrado el crimen organizado, más de seis mil en Ciudad Juárez, y más de setenta mil en todo México, en apenas seis años, alzamos nuestras voces contra la violencia y contra el miedo, contra los asesinos y la impunidad, contra quienes pretenden doblegar nuestra fe en la vida y nuestros sueños de paz y libertad.</span></div>
<div align="justify" style="border: 0px; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-align: start; vertical-align: baseline;">
<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0);"><span style="border: 0px; font-style: inherit; font-variant: inherit; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; vertical-align: baseline;">A su memoria y en defensa de la dignidad de nuestro pueblo, celebramos el 28 de septiembre el tercer encuentro </span><span style="border: 0px; font-style: inherit; font-variant: inherit; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; vertical-align: baseline;">“Escritores por Ciudad Juárez”</span><span style="border: 0px; font-style: inherit; font-variant: inherit; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; vertical-align: baseline;">, un acto que va más allá de la literatura y la creación artística, un encuentro que pretende mover conciencias y despertar la solidaridad de todos los pueblos y ciudadanos del mundo, que se quieran unir a esta manifestación contra el feminicidio, la violencia y la impunidad.</span></span></div>
<div align="justify" style="border: 0px; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-align: start; vertical-align: baseline;">
<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0); border: 0px; font-style: inherit; font-variant: inherit; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Desde la primera edición del encuentro, en septiembre de 2011, luchamos con la únicas armas que conocemos, las palabras, para denunciar los crímenes y el silencio cómplice de quienes los amparan, lo hacemos para recuperar los espacios públicos y la convivencia, para dar al mundo otro mensaje y otra imagen de Ciudad Juárez, que nada tiene que ver con los asesinatos de mujeres, ni con el narcotráfico. Queremos proclamar desde el dolor de esta hermosa tierra, en el corazón del desierto, nuestra fe en la fuerza de las palabras, nuestra capacidad para soñar y luchar por una sociedad libre y más justa, para decir al mundo que en medio de esta absurda e inútil guerra, los hombres y mujeres de Juárez, los niños, los jóvenes y ancianos, no se rinden ni se resignan al estigma del crimen.</span></div>
<div align="justify" style="border: 0px; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-align: start; vertical-align: baseline;">
<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0); border: 0px; font-style: inherit; font-variant: inherit; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Ciudad Juárez es hoy un icono universal en donde se reflejan cientos de ciudades y pueblos de todo el planeta, lugares donde sufren como nosotros el azote de la violencia, el crimen, la impunidad y la injusticia. Es así que cobra un significado mucho mayor este acto reivindicativo, uniendo a pueblos y personas de los cuatro continentes en un mismo clamor. Queremos ciudades donde trabajar, estudiar o divertirse no sea una actividad de alto riesgo, donde nadie tenga que migrar por miedo, donde se puedan construir proyectos y realidades que nos devuelvan el futuro que la violencia pretende secuestrar.</span></div>
<div align="justify" style="border: 0px; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-align: start; vertical-align: baseline;">
<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0); border: 0px; font-style: inherit; font-variant: inherit; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Desde los más remotos países y lugares del mundo, se nos han unido cientos de poetas y escritores, personas solidarias, anónimas y con nombre propio, con inquietudes y esperanzas, jóvenes y mayores, de todas las lenguas, razas y credos, para celebrar la vida y la memoria de quienes la perdieron y nunca olvidaremos. Hoy nuestras palabras cruzan todas las fronteras, resuenan por encima de cualquier balacera, y se escuchan donde no llegan los tiros ni alcanza el miedo, porque los sueños que llevan nuestros versos, esos no tienen miedo.</span></div>
<div align="justify" style="border: 0px; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-align: start; vertical-align: baseline;">
<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0); border: 0px; font-style: inherit; font-variant: inherit; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; vertical-align: baseline;">En Alcalá de Henares, es Matías Escalera Cordero el coordinador de esta lectura solidaria, en la que estarán presentes dieciséis escritores de la ciudad o vinculados con ella, la tarde del sábado 28 de septiembre de 2013, a partir de las 19:00h., en la Plaza de Cervantes.</span></div>
<div align="justify" style="border: 0px; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-align: start; vertical-align: baseline;">
<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0); border: 0px; font-style: inherit; font-variant: inherit; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Hacemos un llamamiento a todos para que nos acompañen en este acto de justicia y reparación simbólica.</span></div>
<div align="justify" style="border: 0px; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-align: start; vertical-align: baseline;">
</div>
<div align="justify" style="border: 0px; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-align: start; vertical-align: baseline;">
<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0); border: 0px; font-style: inherit; font-variant: inherit; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Matías Escalera Cordero</span></div>
<div style="border: 0px; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0); border: 0px; font-style: inherit; font-variant: inherit; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Escritores por Ciudad Juárez</span></div>
<h4 align="center" class="aligncenter" style="border: 0px; clear: both; margin: 20px auto; outline: none; padding: 0px; position: relative; text-align: start; vertical-align: baseline;">
<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0); border: 0px; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; vertical-align: baseline;"> </span></h4>
<div style="border: 0px; outline: none; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<a href="http://www.archivodelafrontera.com/wp-content/uploads/2013/09/III-Encuentro-Escritores-por-Ciudad-Ju%C3%A1rez.-CARTEL-ALCAL%C3%81-DE-HENARES.pdf" style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0); border: 0px; font-style: inherit; font-variant: inherit; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-decoration: none; vertical-align: baseline;" target="_blank" title="Zapatos Rojos de Elina Chauvet en Alcalá de Henares"><span style="color: black;">ZAPATOS ROJOS, de la artista mejicana Elina Chauvet, en Alcalá de Henares</span></a></div>
<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0);">- See more at: http://www.archivodelafrontera.com/congresos-eventos/zapatos-rojos-de-elina-chauvet-iii-encuentro-de-escritores-por-ciudad-juarez-en-alcala-de-henares/#sthash.aDthKbwy.dpuf</span>Óscar Santos Payánhttp://www.blogger.com/profile/00224875085749152433noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5703524844355448260.post-44176859413693015792013-09-05T05:29:00.000-07:002013-09-05T09:21:47.388-07:00Aquellos maravillosos añosNo recuerdo la fecha exacta, puede que fueran los últimos días de 2011 o los primeros de 2012, cuando recibí la llamada del periodista y amigo Rafael Aníbal. Me llamaba para decirme que iba a publicar un libro sobre la corrupción en España en los últimos diez años y para invitarme a participar escribiendo sobre la corrupción en Madrid. Le dije que sí y pensé en comprar paquetes y paquetes de folios. Rápidamente Rafa me bajó los pies al suelo: "no hay mucho presupuesto, quiero los casos más llamativos y pocas hojas" Al final se publicó en junio de 2012 un libro editado por Rafael Aníbal y la Editorial "Contintametienes" titulado " Aquellos maravillosos años" que habla de corrupción y despilfarro con seriedad, rigor periodístico, ironía y sentido del humor. Aquí os enlazo mi parte, que por desgracia sigue siendo actualidad. Ahora pienso que David Simon se hubiera ahorrado una pasta rodando en Madrid "The Wire" y que Madrid y Baltimore tienen motivos suficientes para hermanarse.<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-0ZG9OYP1yZA/Uih1I71QCWI/AAAAAAAAAmw/ViW-fSxlAOQ/s1600/IMG_0343.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://3.bp.blogspot.com/-0ZG9OYP1yZA/Uih1I71QCWI/AAAAAAAAAmw/ViW-fSxlAOQ/s320/IMG_0343.JPG" width="240" /></a></div>
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<a name='more'></a>Todo está preparado, Rafael Simancas Simancas será el nuevo presidente del Gobierno Autonómico de la Comunidad de Madrid. Es 10 de junio de 2003. Lo que no sabe el futuro presidente es que dos parlamentarios de su grupo, elegidos en las últimas elecciones, desertarán impidiendo su nombramiento. Ni siquiera se abstienen sino que desaparecen. No es la sinopsis de un largometraje, es la vida real. La gran beneficiada es Esperanza Aguirre, que es elegida presidenta por el Partido Popular en las elecciones posteriores. Los dos angelitos tienen nombre, son Eduardo Tamayo Barrena y María Teresa Sáez Laguna y alegan que se ausentaron en el momento de la votación porque se oponían al pacto del PSOE con Izquierda Unida. <br />
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El relato está lleno de extrañas casualidades que fueron conociéndose con el tiempo, porque si algo tienen los corruptos y los que se dejan corromper es su imbecilidad al hacer gala de una inmunidad que pueden pagarse. Resulta que las habitaciones de hotel donde se ocultaron, no por vergüenza claro, estaban reservadas por empresarios del sector inmobiliario y de la construcción y que, además, tuvieron un escolta, José Antonio Expósito, que conocía días antes que tendría que proteger a alguien porque en Madrid iban a suceder acontecimientos anormales en esa fecha. Lo habían contratado empresarios afines a la presidenta Aguirre y uno de ellos, de nuevo la casualidad se personifica como el ángel de la guarda, es uno de los mayores beneficiados por el Gobierno del Partido Popular. La cadena SER informó de que el mencionado escolta trabajaría después para Julio Ariza, editor de varias publicaciones de ultraderecha y presidente de Intereconomía.<br />
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Ante estos hechos, en cualquier país democrático, se hubiera puesto todo pastas arriba y un gran juicio hubiera alumbrado la verdad. ¿Qué se hizo aquí? Ahora viene lo mejor, se creó una comisión de investigación, una burda treta del poder establecido para cubrir todo de una gruesa capa de estiércol. Incluso Mariano Fernández Bermejo dijo que se le había prohibido actuar como fiscal de Madrid, puesto que desempeñaba por aquellas fechas.<br />
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Enrique Jardiel Poncela escribió en una de sus novelas, por boca de uno de sus personajes, que el español es quijotesco, goyesco y bandoleresco y hoy vale esa definición para muchos personajes de aquella burla sumarísima. En definitiva, lo más grave de aquel esperpento es que siguen sin conocerse muchas cosas del montaje, que era muy fácil de desmontar. Pero hay algo más grave aún y es dejar sin castigo aquellos delitos, decirles a los ciudadanos que a veces sus votos no valen de nada cuando otros intereses se imponen, herir a la democracia y al Estado. Después, ya saben, aunque un Gobierno nazca con déficit democrático no pasa nada, se arregla con un presupuesto multimillonario y una televisión propia para convertir Madrid en una casposa, conservadora y católica lanzadera contra todo lo que huela a progreso y bienestar social.<br />
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¿SE CASA LA REINA? NO, ES LA HIJA DE AZNAR<br />
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El 5 de Septiembre de 2002, un año antes de tan lamentables acontecimientos, tuvo lugar en la Comunidad de Madrid un evento imperial. La villa afortunada fue San Lorenzo de El Escorial. En la mismísima basílica del monasterio, tumba de FelipeII, contrajo matrimonio una joven pareja, Ana Aznar, hija de José María Aznar, a la sazón presidente del Gobierno, y Alejandro Agag, asistente personal de su suegro en la Moncloa hasta 1999. Al humilde acto acudieron representantes de las más altas instituciones del Estado así como líderes políticos internacionales: Sus Majestades Los Reyes, Tony Blair, José Manuel Durao Barroso, Silvio Berlusconi, testigo del novio, y Antonio Rouco Varela, entonces Cardenal Arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, quien ofició la eucaristía.<br />
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En definitiva, acudieron más de un millar de invitados, incluyendo la plana mayor del Partido Popular, así como magnates, empresarios y personajes del deporte y la cultura. Sí, asistieron Fernando Sánchez Dragó, José Luis Garci y Julio Iglesias, entre otros. Independientemente de lo obsceno y hortera que resulta que un presidente del Gobierno case a su hija de este modo, las preguntas que se hace la mayoría de ciudadanos son cuánto costó la fiesta y quién la pagó.<br />
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Algumos pensarán que éramos un país rico, claro, hacíamos pisos como churros para que no viviese nadie en ellos y nos daban hipotecas que sabían que no podríamos pagar. Muchos de los que estaban en "allí me colé y en tu fiesta me planté" preparaban ya escenarios que ahora nos son tan desafortunadamente conocidos. ¿Qué parte de nuestros impuestos se desvió para pagar el abrumador operativo de seguridad? ¿Quién pagó todos los excesos, propios de una boda real?<br />
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¿QUEDA ALGÚN INVITADO DE LA BODA DE AZNAR EN LIBERTAD?<br />
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El 6 de febrero de 2009 el magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ordena una investigación por una supuesta trama de corrupción que opera a en Madrid, Valencia y la Costa del Sol. A los implications se les acusa de blanqueo de capitales, fraude fiscal, cohecho y tráfico de influencias. Dos días después salen a la luz los nombres de los presuntos implicados: Arturo González Panero, alcalde de Boadilla del Monte; Guillermo Ortega, gerente del mercado Puerta de Toledo, y Alberto López Viejo, consejero de deportees de la Comunidad de Madrid.<br />
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En los siguientes meses van apareciendo nuevos nombres, el 27 de marzo hay ya 55 imputados. La Comunidad de Madrid se llena de nombres, entre alcaldes y diputados del PP en la Asamblea de Madrid: Benjamín Martín Vasco, Alfonso Bosch... Caen también diputados nacionales del PP y el tesorero nacional del mismo partido, Luis Bárcenas, además de empresarios que trabajaban con la red de corrupción. La trama recipe el nombre de Gürtel, por el apellido del principal cabecilla, el empresario Francisco Correa. Este caso due destapado por el periódico El País, a cuyos investingadores les fue concedido el Premio Ortega y Gasset de periodismo.<br />
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Ni que decir tiene que la presidenta del Gobierno autónomo de la Comunidad de Madrid "desconocía" todo lo que pasaba con sus diputados y alcaldes y en un alarde de dignidad no dimitió como responsable últIma de todos los hechos, eso sí, hizo dimitir a todos los que estaban imputados. Había sucedido antes con los casos de espionaje, pero no habría filmografía suficiente en el mundo, serie B, para igualar los últimos diez años de Gobierno de nuestros ex ministra doña Esperanza.<br />
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Otra "casualidad", ¿saben quién se pavoneaba como un gallo por el empedrado del Patio de los Reyes en la boda del siglo? Uno de los invitados más ilustres, puesto que amamantaba decenas de las bocas que rezaban al compás que marcaba Rouco Varela, el mismísimo Francisco Correa, el crebro de la trama Gürtel, o don Vito como gustaba que le llamaran sus secuaces, en versión señorito, pijo y paleto. Además era amigo personal de Alejandro Agag y uno de sus padrinos, ese primor de niño, como dirían por el sur, exitoso en todas sus aventuras empresariales con magnates y padrinos. Entre los papeles encontrados por la Policía en un almacén que la red tenía en un polígono industrial de Alcorcón, donde los mafiosos guardaban enseres para eventos que montaban a dirigentes del PP, entre ellos a José María Aznar y Esperanza Aguirre, había una carpeta dedicada a la boda. Una cuerda de las que casi nunca se puede tirar.<br />
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Existe una página en Facebook que se llama "¿queda algún invitado a la boda de Ana Aznar en libertad?". Todo está en el aire, tan en el aire que hay personajes como Luis Bárcenas, el ex tesorero nacional del PP que ya avisó de que si él caía arrastraría a otros, y además apuntó alto. En una reunión que mantuvo con la secretaria general de su partido,María Dolores de Cospedal, dijo que si seguían presionándole filtraría información sobre algunos asuntos comprometedores, como la susodicha boda. Imagino a Cospedal, con la peineta puesta, negociando con él y susurrándole al oído, mientras le clava una daga, "eres uno de los nuestros".<br />
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MÁS CASUALIDADES<br />
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Así está el castizo Madrid, pudriéndose como un cadáver lleno de gusanos. Pero la corrupción no es coto privado de políticos y empresarios. Madrid aglutina tantas instituciones, organismos y ministerios que la corrupción es directamente proporcional a la cantidadad de los mismos. Me refiero ahora a la Justicia y me pregunto cómo es posible que el juez que investiga y encarcela a los mafiosos, de los que les he hablado, sea inhabilitado por ordenar a los cuerpos de seguridad que escuchen las conversaciones que mantienen los presos, para así evitar la fuga del capital que nos han robado a todos o que sigan manteniendo negocios ilegales. Cualquier ciudadano puede deducirlo, no se puede tocar a los poderosos. ¿No es corrupción la prevaricación? ¿Han dictado a sabiendas una resolución injusta? Claro que sí, han utilizado su cargo y sus funciones en provecho de ellos o de aquellos a los que encubren.<br />
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Un artículo de Rafael Fernando Navarro publicado en nuevatribuna.es me ha llenado de escalofríos; habla de la corrupción, Baleares, Valencia, Madrid, Andalucía, la Gürtel, el "Caso Campeón", los ERE esnifados como cocaína, las obras faraónicas que terminaron costando el doble de lo presupuestado, los aeropuertos dedicados al paseo dominguero... Pero ahora llega el escalofrío:<br />
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" La palabra dada por los políticos, conscientes de que va a ser traicionada, encierra una perversión que deberíamos denunciar con más empeño que la apropiación indebida del dinero. El dinero, en una democracia, es menos importante que la palabra. Porque la palabra es el vientre lúcido de la democracia. La palabra la fecunda, la crea y la pone en la luz de la responsabilidad compartida. Pero alguien la obliga a hacer la calle. La coloca en una esquina, falta corta y escote transparente. Se trata de ganar una clientela tan prostituida como ella. Carne de palabra barata, propiedad de chulo proxeneta. Rajoy llegó a la Moncloa y se dio cuenta de que el país estaba mal. Si antes no lo sabía no debería haber aspirado a la Presidencia. Si lo sabía (seguro que lo sabía) mintió descaradamente, profanó ese vientre que es la palabra y se enfangó en la corrupción más abominable. Esta corrupción es más sangrante que la económica. Es traición, prevaricación, puñalada en los costillares de un país. No fueron promesas las promesas. Y ahora, el miedo como elemento transformador de una libertad a la que los políticos degradan y a la que temen ¿Hasta dónde puede aguantar un país sin abdicar de su dignidad? "<br />
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Siempre me gustaron las películas de la mafia, quizá porque al final todos acaban pagando sus crímenes de una manera u otra. Quizás porque las imaginaba lejos o porque era yo el que manejaba el mando a distancia y podía, a mi antojo, poner fin a ese universo de hora y media. Ahora vivimos en su territorio y sus protagonistas venden y compran almas aniquilando ideologías. Nunca fuimos ricos. Ricos son unos pocos, los mafiosos, los especuladores, aquellos que congelan los préstamos de la felicidad con su corazón de ceniza.<br />
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<br />Óscar Santos Payánhttp://www.blogger.com/profile/00224875085749152433noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5703524844355448260.post-32288833154956837622013-08-17T01:04:00.001-07:002013-08-17T01:04:59.527-07:00DESGUACELos domingos despertaban<br />
con la voz de un hombre:<br />
¡Chatarrero! ¡Chatarrero!<br />
No sabía, entonces,<br />
que hablaba de los huesos,<br />
de la piel que se abandona,<br />
no sabía nada<br />
de ese augurio,<br />
grito profético anunciando<br />
que la vida se va<br />
dejando un protector de dudas<br />
y un vehículo para el desguace.<br />
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Óscar Santos Payán , Desguace, (Banderines del Zaguán , 2009)Óscar Santos Payánhttp://www.blogger.com/profile/00224875085749152433noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5703524844355448260.post-7451102008859077482013-08-16T00:24:00.001-07:002013-08-16T00:35:18.300-07:00La vie c,est une bonne idéeLa vie... C,est une bonne idée<br />
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Siempre queda un viaje por hacer,<br />
besarte en un espejo,<br />
pasear bajo la lluvia sin paraguas,<br />
esconderme con un libro en ningún sitio,<br />
tomar una caña y un verano,<br />
dormir despierto y no soñarme,<br />
cazar un instante con los dedos,<br />
leer un cuento a Paola,<br />
fingir que soy quien soy,<br />
dejar la sombra con resaca,<br />
tragar un lunes descosido,<br />
esperar un gol en el último segundo,<br />
asaltar el banco del olvido.<br />
<br />
Siempre queda algo por hacer:<br />
Prender fuego a la miseria<br />
y fumar sus cenizas.<br />
<br />
La vida... Es una buena idea<br />
<br />
Óscar Santos Payán , Infierno Sostenido (El Gaviero Ediciones, 2006)Óscar Santos Payánhttp://www.blogger.com/profile/00224875085749152433noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5703524844355448260.post-20300170007517851122013-05-24T03:22:00.001-07:002013-05-24T03:22:09.176-07:00UNO DE LOS LUGARES MÁS TRISTES DEL MUNDO<div style="text-align: justify;">
Cuando tengo el corazón lleno de tierra me rozan las camisas, por eso no me gusta mi trabajo, por eso y porque mi trabajo es una zanja enorme llena de cadáveres que piensan que están vivos. Quizá yo estoy muerto también y mi paranoia es pensar que soy único en esta trinchera en descomposición. Mi trabajo consiste en convertir lo malo que sucede en una realidad mentirosa. Me explico, quitar un poco de tierra con una pala mientras un remolque descarga diez mil toneladas en el lugar que acabo de vaciar. Quisiera ir desnudo, así sería más fácil llegar a casa y ducharme, dormir limpio, aún sabiendo que al día siguiente volvería a inundarse mi corazón. Tener tierra en el corazón por eso se sobrelleva, lo peor es la tierra en la garganta, en los ojos, en los pulmones y el estómago, tierra en las venas y en el sexo por cosas que no dependen de mí. Esas sólo se alivian en presencia de personas vivas, estrellas que orbitan en mi apocalíptica galaxia. Por eso, alguna vez, cuando mi elipsis se desconfigura, mi cuerpo se llena con restos de asteroides, convirtiéndolo en uno de los lugares más desolado del mundo. Si no fuera por mis estrellas, este texto sólo sería el hall de mi tormenta. </div>
Óscar Santos Payánhttp://www.blogger.com/profile/00224875085749152433noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5703524844355448260.post-50184085186318986592013-04-11T02:39:00.000-07:002013-04-11T02:42:14.803-07:00SANGRE, DOLOR Y MUERTE<br />
<div style="text-align: justify;">
Deben ser las seis horas diarias de radio, ese
Olimpo desde donde se divisa con suficiencia a los simples mortales. Es lo que
tiene el micrófono, altar y parapeto para poder decir lo que a uno le venga en
gana sin nadie que nos frene ¿Se imaginan que cada español tuviera un programa
de radio? No, es sólo para los elegidos, que en vez de informar escupen
discursos y soflamas para enaltecer a quien les paga. En muchos casos esa
actitud les lleva a la arrogancia y chulería, que acaba convirtiéndose en
tontuna rancia, a estar por encima del bien y del mal, a dictar sentencias. Eso
es lo que le ha pasado al sevillano radiofónico Carlos Herrera. Se le han
subido a la cabeza las faenas, siendo un tipo mediocre y no habiendo cortado ni
una sola oreja en su engominada vida.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Y todo esto viene a colación de un pregón, a su
medida, que el señorito andaluz dio en el teatro Lope de Vega de Sevilla, para
la apertura de la feria taurina, y que al parecer le confía, desconozco si
todos los años, la Real Maestranza. En este pregón, el matador de las ondas debió
sentirse tan a gusto, jaleado y crecido, defendiendo el “noble” arte de la
Tauromaquia, que decidió faltar el respeto e insultar a todos aquellos que no
lo defienden y que están en contra de su postura. Eso sí, sin enemigo presente,
un gesto muy torero. Y fueron insultos gruesos que no voy repetir aquí pero que
pueden leer en el diariodesevilla.es. Qué culto e inteligente el afamado
periodista, el insulto como defensa.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Mire don Carlos, yo nací en Salamanca, por suerte
o por desgracia. Tierra de toros y encinas. Viví muy de cerca el mundo del
toro, de hecho mi abuelo fue presidente, muchos años, de la peña de Santiago
Martín “El Viti” y amigo íntimo de éste. Por cierto, mi abuelo dijo siempre que
su Curro Romero no le llegaba ni a la suela de la manoletina a Su Majestad (No
se me enfade, son cosas de Castilla) <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Viví capeas y becerradas, naturales y verónicas,
y también me cegaba el brillo de la luz del sol jugueteando con los alamares.
Viví ese campo y esa belleza de la que hablan. Y fui creciendo, creciendo don
Carlos. Dándome cuenta de que tenía sentimientos contradictorios, porque donde me
parecía ver belleza empezaba a ver dolor, crueldad y muerte. Dolor, crueldad y
muerte. Lo repito en el texto no como juego literario, es para explicarme bien
y que usted lo entienda. Sé que el debate es más profundo por muchos motivos,
pero cualquier persona sensible y con sentido común no estaría nunca de su
parte. Habrá que esperar a que la mayoría decida, esas son las reglas, aunque venimos
de donde venimos y a muchos se les ha quedado el tufo de esa España tan gris,
rancia, católica y taurina, que por cierto, este gobierno parece recuperar a
marchas forzadas.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Donde ustedes ven belleza y arte ancestral hay
sangre, dolor y muerte. Y si para que haya belleza hace falta ser cruel que se muera
su belleza. </div>
<span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">En fin, siga usted siendo tan altivo, arrogante y
maleducado, es una combinación perfecta para la educación de los niños.</span>Óscar Santos Payánhttp://www.blogger.com/profile/00224875085749152433noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5703524844355448260.post-50835153248146934972013-04-09T04:28:00.000-07:002013-04-09T04:28:05.976-07:00MUERTOS o MUERTES DE RISAUna hora antes de la apertura y ya estaba en su puesto de trabajo esperando el primer cliente, como había hecho en los últimos diez años. La corbata ajustada con un nudo perfecto y las gafas limpias, con más luz que la mañana. Sus compañeros tardarían en llegar. Los últimos días había notado que su jefe estaba muy receptivo, incluso había llegado a sonreír después de un inteligente comentario suyo. No estaba nervioso. Era un clamor popular, silencioso, eso sí, lo de su ascenso. Sesenta euros más al mes y la posibilidad de detenerse en el pasillo y observar, por encima de los muebles, el baile de plumeros. En el mismo instante que la puerta se abría, resbalando por un carril imaginario, su jefe se acercó y le susurró algo al oído. Entonces salió a la calle, respiró hondo, se encendió un cigarrillo y sonrió. Comenzó a caminar y a reírse, luego más fuerte, sin parar, a carcajada limpia, hasta que llegó a la puerta de la oficina de empleo.Óscar Santos Payánhttp://www.blogger.com/profile/00224875085749152433noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5703524844355448260.post-21777509481523653192013-02-15T03:19:00.001-08:002013-02-15T03:19:46.652-08:00Mientras colocaba, apretando sin misericordia el lomo de "La sombra del viento", una señora del barrio, de unos trescientos años, que llevaba abrigo de piel con pegatina de la cruz roja me preguntó.<br />
- No nos queda, señora.<br />
- ¿Ninguno?<br />
"No quedan significa que no hay nada, cero. ¿Qué es lo que no ha entendido, señora mayor e imbécil?"<br />
- No, ninguno, pero lo están reeditando, no se preocupe, estará en un par de semanas.<br />
- ¿Entonces no queda ninguno?<br />
"No, pero yo se lo escribo en un momento, y le hago las pastas con cartón duro de embalar y si quiere se lo envuelvo para regalo"<br />
- Ya le he dicho que no.<br />
- ¿Y no podría mirar en el almacén?<br />
"¿Por qué da por hecho que hay un almacén? ¿Por qué? ¿Es que no se fía de mí? ¿Qué quiere? ¿Quiere que baje a sabiendas de que no hay y después de un rato suba sudando y con un corte en la mano por los filos de las estanterías de chapa? No, señora. No queda ni un puto libro de esa tal Samanta, y si lo hubiera lo escondería o me lo metería por el culo antes de que usted se lo lleve a su asquerosa casa"<br />
- En el almacén tampoco quedan.<br />
- Pues que pena. Es que conozco mucho a sus padres bueno y a sus suegros y quería regalárselo a una amiga que hoy cumple años y hemos quedado para comer en El Barril ya sabe picar un poco unas ostras unas gambas y mi hijo es médico en el Ramón y Cajal y mi nuera tiene una empresa de ordenadores y cistitis por eso hoy no puede recoger a los niños y mi marido se murió sin conocer a sus nietos y llevo toda la vida comprando libros aquí y el padre del dueño era íntimo amigo de mi marido que se murió sin querer el pobre y estaba sano como un roble pero el corazón ya sabe no tendrá "las brasas de Ángela" o algo así.<br />
- No me suena, quizá "Las cenizas de Ángela"<br />
- Pues eso, lo que le había dicho.<br />
- Pase por aquí, señora.<br />
- Lo voy a pagar en efectivo ¿cuánto es?<br />
- Ahora se lo digo.<br />
- Dígame cuánto es.<br />
- Ahora se lo digo.<br />
- Dígame duánto es, si hace el favor.<br />
"Padre nuestro que estás en lo cielos..."<br />
<br />
La casualidad es como la naturaleza, obra sin maestros. Pocos días después, Samanta, la autora del libro que buscaba la momia y que era mi vecina, por una casualidad tan grande como el impacto de un meteorito en el centro de Badajoz, se presentó en la tienda.<br />
- Hey, hola ¿trabajas aquí? "No, estoy comprando también con este traje corporativo y una chapa con mi nombre"Me puse rojo, o no, e intenté hacerme pequeño torciendo mucho los pies para meterme en el libro que tenía en las manos, aunque desheché la idea para no acabar tiroteado, en una calle de Portlan, por el detective Parker- No lo sabía, de hecho compro mucho aquí, qué bien ¿no?<br />
"Qué bien ¿no? ¿Qué significa? ¿Bien para ti, para mí?"<br />
- Así es, aquí trabajo, pero no te había visto nunca.<br />
- Debe ser que no estás cuando he venido o estabas en el almacén.<br />
Otra vez el puto almacén ¿pero quién lo va contando por ahí?<br />
- Puede que hayas venido y estuviera librando o que pillara el otro turno.<br />
- Claro, debe ser eso. Bueno, siempre me atienden muy bien, pero sabiendo que estás tú.<br />
- Pues a partir de ahora ya sabes, aquí me tienes. ¿Y qué necesitas?<br />
Mientras hablaba tocaba todos los libros de la estantería.<br />
- Estaba buscando "Poeta en Nueva York"de Lorca y "Cuaderno de Nueva York" de José Hierro.<br />
- ¡Qué buena elección! - Dije sonriendo<br />
- ¿Los cocnoces?- La pregunta me ofendió tanto que al mirarla se me apareció Rita Barberá en bikini y tuve tres o cuatro arcadas. Antes de que pudiera contestar se dio cuenda de su metedura de pata- Quería decir que es una sorpresa porque no hay mucha gente que los conozca.<br />
- Sí, claro, no te preocupes, es lo que tiene trabajar en una librería y que te guste la lectura. Además son dos de mis libros preferidos.<br />
- ¿De verdad? ¿Te gusta la poesía? - Preguntó con la voz muy bajita y acercándose mucho.<br />
- Sí, me gusta<br />
- ¿Pero lo que más lo que más?<br />
Seguía acercándose así que pensé que si le decía varias veces lo que más lo que más me besaría.<br />
- Pues sí, lo que más.<br />
- ¡Qué bien!- dijo apartándose de repente - A tomar por culo, pensé- ¿Y de los dos con cuál te quedas?<br />
- Con Lorca, sin desmerecer a Hierro.<br />
- Yo también- acto seguido comenzó a declamar- La aurora de Nueva York tiene cuatro columnas de cieno y ...- Puse la palma de mi mano cerca de su boca y dije:<br />
- Un huracán de negras palomas que chapotean las aguas podridas.<br />
Noté una luz en sus ojos. Estaba sorprendida. Yo noté un escalofrío en mi cuerpo, como si alguien me hubiese recorrido la columna vertebral con un rayador de queso.<br />
- Es difícil dar con alguien así- Dije<br />
- Lo mismo digo.<br />
- Por cierto, leí tu libro de poemas.<br />
- Ahora me vas a ruborizar, déjalo.<br />
Falsedad. Los poetas necesitan que alguien les regale los oídos a todas horas.<br />
- No, no, de verdad, me gustó mucho- Al terminar de decirlo sentí que caía por un tobogán a un mar donde flotaban todas las mentiras del mundo.<br />
- ¿En serio?<br />
- Pues claro.<br />
- ¿No lo dices por cumplir?<br />
- No tengo ninguna necesidad.<br />
- Es que yo no estoy muy contenta.<br />
- Imagino que uno nunca termina de estar a gusto con lo que escribe. Pero en tu caso es verdad, es una poesía muy fresca, un canto al yo, un laberinto de espejos.<br />
- No sigas porque me parece exagerado.<br />
- Pues no lo es. La novela no la he empezado.<br />
- ¿Tienes mis dos libros?<br />
- Sí.<br />
- Pero bueno...<br />
- Me los recomendó un amigo- Ahora me ahogaba en el embuste. <br />
- Me dejas de piedra y acalorada- Miró su reloj - Qué tarde es. Me llevo los dos libros.<br />
Al terminar de pagar me tendió la mano.<br />
- Espero verte la próxima vez que venga.<br />
- O en el portal abriéndote la puerta, muchas gracias.<br />
- Ciao<br />
- Ciao - Contesté, mientras se alejaba y me llevaba la mano a la nariz para esnifar "Escale à Portofino de Dior"<br />
<br />
<br />
<br />
Óscar Santos Payánhttp://www.blogger.com/profile/00224875085749152433noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5703524844355448260.post-9529106294554279782013-02-04T07:56:00.002-08:002013-02-04T07:56:50.249-08:00TE PROMETO UN IMPERIOEmpezaré por decir que la novela histórica no está entre mis preferencias literarias. Las he leído y disfrutado pero me asustan los libros gruesos. Quizás porque los he padecido físicamente. Quiero decir que me han maltratado. Un libro grande cayendo de una estantería a dos metros de altura, un libro grande ocupando mi mesilla ante la imposibilidad de transportarlo todos los días, en fin, un poco de miedo y un poco de broma. Sin embargo, he de decir que uno de mis libros preferidos, también es verdad que tengo muchos, es "Memorias de Adriano" de Marguerite Yourcenar. Y toda esta charla introducción para decir que he leído un libro que me ha hecho disfrutar mucho. Su título <span style="color: red;"> " Te prometo un imperio" de Juan Vilches</span>, publicado por <span style="color: red;">Plaza & Janés</span>. Sí, es una novela histórica con todos los ingredientes.Tiene calidad y gusta, tiene misterio y atrapa y tiene amor que seduce. Ingredientes que combina en una historia real que desconocía, la historia de Eduardo VIII, el duque de Windsor y su esposa americana Wallis Simson. Hay en la madeja (primera acepción de la RAE) literaria de Vilches un montón de páginas hilo muy brillantes, que nos colocan en situaciones, lugares, fechas, en definitiva, tramas de un valor literario poco frecuentado por muchos de los novelistas históricos que posan para la eternidad en infinidad de suplementos y revistas culturales. Hay en esta historia un hilo de belleza que termina convirtiendo "Te prometo un imperio" en una pieza bien cosida y elegante, para cualquier pasarela, lugar y temporada, como esos libros que sobreviven a su autor. Además, Juan Vilches es un buen tipo, sencillo y culto, lo que añade más valor, si cabe, a esas páginas que han logrado arrastrarme de nuevo a la novela histórica como en su día lo hizo para la novela negra John Connolly y su detective Charlie Parker. Prometo, la próxima vez que coincidamos, renegar del deporte rey y deleitarme con sus palabras. Esto último es sólo un apunte para Juan. Enhorabuena. Óscar Santos Payánhttp://www.blogger.com/profile/00224875085749152433noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5703524844355448260.post-73717634727007327592013-01-28T05:25:00.000-08:002013-01-28T05:25:14.931-08:00Félix me dijo: sigue con tu historia...¿Eres chileno de chile?<br />
- ¿Es que hay chilenos que no son de Chile?<br />
- ¡No! Perdóname, qué idiota, ha sido un lapsus<br />
- No pasa nada, aunque si lo pensamos seguro que los hay<br />
-¿Sí?<br />
No sé si lo preguntaba por seguirme la corriente o por satisfacerme para poder besarme. El único inconveniente es que era un hombre, y yo también, y no me apetecía mucho, bueno, ni mucho ni poco, todavía. Aunque en el pasado, no recuerdo cuántos años tenía, puede que quince, había dudado de mi sexualidad por culpa de un rubio blanquecino en un campamento, en aquel momento tenía claro que no me apetecía besar a aquel hombre que tenía enfrente.<br />
- Lo decía en broma<br />
-¿Entonces no eres chileno?<br />
- No, no lo soy, lo digo a veces porque he leído tanto a Neruda que a veces me lo creo<br />
-¿Neruda?<br />
-Sí, Pablo.<br />
- Ya, ya, lo conozco, claro que lo conozco pero no he leído nada de él, he visto la peli<br />
-No pasa nada, hay mucha gente que no ha viajado a la luna.<br />
- ¡Claro! - Dijo soltando una carcajada- ¿Y a qué te dedicas?<br />
- Soy ebanista- Contesté <br />
- ¿Ebanista? ¡Qué fuerte! Eso ya no se lleva ¿no?<br />
Me mata el ¿no? No puedo con el ¿no? Era una broma, soy apicultor, astronauta, terrorista, ministro de fomento... Daba igual lo que le hubiera dicho, se lo hubiera tragado y seguiría preguntando. Puse una cara rara, como si de repente la lepra y el ébola hubieran anidado en mi rostro, pero no se descompuso.<br />
- ¿Y tienes un taller o trabajas para una empresa?<br />
- Tengo un taller propio<br />
- ¿Y haces todo tipo de muebles?<br />
- No, me dedico a las imágenes<br />
- ¿Imágenes?<br />
- Religiosas - Afirmé<br />
- ¡Jo chaval! - Dijo, golpeándome el muslo ligeramente<br />
Se inclinó para susurrame algo, como si el vagón estuviera lleno, y yo me acerqué siguiéndole el juego. <br />
- Imágenes religiosas, qué fuerte.<br />
- Religiosas y no tan religiosas<br />
- ¿A qué te refieres?<br />
- ¿Por qué susurras?<br />
- Porque me da cosa hablar en alto<br />
- ¿Qué cosa te da? No hay nadie en el vagón<br />
- Me da cosa hablar de la iglesia<br />
Quise preguntarle por qué le daba tanta cosa hablar de la iglesia con aquellas calaveras pintadas en las uñas de sus pies, aunque no lo hice.<br />
- Bueno ¿qué es eso de no tan religiosas?<br />
- Hago imágenes para todo tipo de empresas. Hace poco he terminado una pieza de tres metros como bajando del cielo.<br />
- ¿Una vírgen?<br />
- No, una puta, para un puti-club que hay a las afueras de Valencia. Se llama "Vírgen-Cita"<br />
Se tapó la boca y después profirió diecisiete veces jo tío sin dejar de balancearse. Se acercó de nuevo y me acarició con un sutil golpecito el ligamento lateral de mi rodilla izquierda.<br />
- Estás como una cabra ebanista.<br />
Óscar Santos Payánhttp://www.blogger.com/profile/00224875085749152433noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5703524844355448260.post-12072075904731040602013-01-14T05:13:00.000-08:002013-01-14T05:14:05.150-08:00LIBROSPara qué seguir escribiendo y amontonando folios en carpetas y cajones, anotando palabras y frases en libretas de diseño o en servilletas de cualquier bar. Para qué, yo lo que quiero es leer, esconderme y leer. Y digo esto porque cuanto más leo más necesidad tengo por olvidarme de escribir. Es una ecuación inversamente proporcional, pura matemática. Tengo que dejar de escribir y de fumar. Tengo que leer. Para qué seguir escribiendo cuando ya hay miles de libros que enamoran desde la tapa, que enganchan con una furia salvaje, acarician, besan, aman, sodomizan, prostituyen, esclavizan... En fin, podría enumerarlos por los siglos de los siglos, por autores y generaciones, por románticos y drogadictos pero no lo voy a hacer. Sólo voy a citar tres libros y tres autores que me animan a dejar de escribir. Del primero ya se ha hablado mucho en la red y no voy a descubrir nada, porque hay tipos y tipas mucho más duchos que yo en esas lides de la crítica literaria. Hablo desde mi punto de vista, de lector empedernido, alcoholizado por el olor de los libros, callejero y con nómina de grandes almacenes. El primero, como antes dije, es<span class="Apple-style-span" style="color: red;"> EL SUEÑO DE VISNU</span> del escritor <span class="Apple-style-span" style="color: red;">DAVID MEZA</span> editado por <span class="Apple-style-span" style="color: red;">EL GAVIERO EDICIONES</span>. Este poemario es la hostia, perdón por la expresión, pero así se definen muchas cosas en una sola palabra, ya sé, podría decir que es increíble, fantástico, innovador... que lo es, pero utilizo la otra expresión porque es de barrio, porque el SUEÑO DE VISNU es belleza, palabra pura, imaginación, frescura, cuerpo de Cristo. Un poemario escrito desde un lugar no conocido, desde otra galaxia, desde una altura que divisa lo mortal e inmortal y lo entremezcla, y lo sueña y lo sirve en palabras como una ecuación de Einstein o de Feynman, como gol de Messi en la escuadra de la Capilla Sixtina. Tengo que dejar de escribir. El segundo y también de la misma editorial es <span class="Apple-style-span" style="color: red;">MI PADRE Y YO UN WESTERN de JUAN MANUEL GIL</span>. Colección deliciosa esta SERIE B y este pequeño libro que imita a aquellos que se estrujaban en las estanterías de nuestros pescadores, maquinistas, albañiles, carpinteros...señores padres, que leían a sudor y olían a Roberto Alcázar y Pedrín. Un libro, este western, que destila sentido del humor, desbordando el tiempo de su lectura, un humor lleno de disfraces, tan necesario en los tiempos que corren, tan lúcido, tan lleno de ternura, humildad, ingenio, en definitiva, un magistral duelo de palabras vestido por la inteligencia de un escritor con varias muescas en su cinturón y que además sabe y reconoce que su padre, el tipo duro que tiene frente a él es mucho más rápido y más letal, de hecho, las muescas de su cinturón son infinitas. Tengo que dejar de escribir. Por último hablaré de un libro delicioso. Su título es <span class="Apple-style-span" style="color: red;">CALCETINES</span> de la editorial <span class="Apple-style-span" style="color: red;">BAMBÚ</span> y su autor <span class="Apple-style-span" style="color: red;">FÉLIX JIMÉNEZ VELANDO.</span> Es un libro para niños mayores de ocho años, osea para todos, porque quizá el adjetivo delicioso se queda corto. Al abrirlo uno se sumerge en una historia sencilla que se adentra en lo cotidiano con una magia exquisita, como viajar un continente real y que a cada paso nos asalte un hermoso sueño. Sólo alguien con talento puede convertir un cuento de dos calcetines en un largometraje, película con metraje de piel y cosquillas, de las de siempre, las que te enseñan mostrándote la verdad serena, el inteligente humor y una galaxia de sentimientos. FÉLIX J. VELANDO no es nuevo en esto de las palabras. Lleva mucho tiempo haciéndonos reír y embelesándonos, ya sea con su narrativa o con su curro diario siendo guionista de 7 VIDAS, LAS NOTICIAS DEL GUIÑOL, FÍSICA Y QUÍMICA...Literatura con letras mayúsculas. Tengo que dejar de escribir Óscar Santos Payánhttp://www.blogger.com/profile/00224875085749152433noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5703524844355448260.post-27891738046750907692012-12-11T06:34:00.001-08:002012-12-11T06:34:45.167-08:00LA VARIEDAD DEL SILENCIO
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Cuando atrapaba lagartijas, para medirlas y mal dibujarlas en
una libreta, esquivando las pegajosas siestas de agosto y poseído por esos
viernes de Félix Rodríguez de la Fuente, no imaginaba ni por asomo que vivía en
un país que siempre había estado en guerra consigo mismo. Un país que
arrastraba una historia de desastres, cainita y farandulero, casi siempre
gobernado por seres mediocres, sin altura política, quijotescos, goyescos y
bandolerescos.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">En mi casa nos
alimentábamos de silencio, porque mi padre viajaba de noche y dormía de día y
mi madre no tenía fuerzas para hablar, porque trabajaba veinticuatro horas
diarias y besaba a sus cinco hijos con la mirada. Entonces empecé a leer, en
silencio, para abrir todas mis ventanas. La infancia se escapaba por los
párrafos y la verdad y la mentira luchaban para titular el final de cada libro.
Había más preguntas y más repuestas cuando mis padres retiraban los muebles del
salón para poder escenificar obras con un grupo que dirigían. Hacía poco tiempo
que había muerto uno de los hombres más crueles de nuestra historia, un
dictador que representaba todo aquello que más se puede odiar en el mundo. En
mi casa, como en muchas otras, la sonrisa de la libertad se hizo un hueco
presagiando que por fin este país podría estar a la altura de un pueblo
malherido pero con ansias de vivir. Ha pasado poco tiempo para que otra
dictadura sin rostro nos oprima. Nuestro enemigo no tiene un cuerpo que abatir,
es silencioso, como un cáncer que llena de metástasis a seres mediocres y
perversos para humillarnos y despojarnos de todo aquello que consiguieron otros
pagando más que con su vida. Nuestro enemigo tiene el corazón de ceniza y sus
podridos acólitos nos engañan cada cuatro años. Su trabajo es amasar fortunas
para<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>disfrutar de un poder infinito, son
verdaderos psicópatas, cercanos a ese dios poideroso y castigador, que está en cada átomo y
que todo lo ve y todo lo juzga, tan cercanos como esa iglesia corrupta y
mentirosa. Sigo leyendo y preguntándome y no añoro la ignorancia de la
infancia. En todo caso lloro y respiro hondo, grito desde la afonía impuesta y
escribo para defenderme. Y me repito, todos los días, que lucharé con todas mis
fuerzas, desde el milímetro de mi existencia, para que este enemigo y sus
herederos no le roben ni la infancia ni el futuro a mi hija. Y lo haré convencido,
hasta las últimas consecuencias. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div>
Óscar Santos Payánhttp://www.blogger.com/profile/00224875085749152433noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5703524844355448260.post-23241776668612254092012-11-22T02:27:00.001-08:002012-11-22T02:28:05.449-08:00SOMBRASLa tarde es música callada,<br />
tras la ventana, el mundo insiste en caminar.<br />
Un día libre para escribir en la pizarra<br />
me portaré cien veces bien,<br />
pero una lengua enferma<br />
lame rasposa mis entrañas,<br />
me portaré cien veces bien,<br />
me portaré cien veces bien...<br />
Mañana venderé un guardián<br />
entre el centeno y mentiré para ser otro.<br />
¡Si supieran cuántos pecados tengo!<br />
La luz se agota y anoto en un papel:<br />
Nos arrolló la noche <br />
con su camión de sombras.Óscar Santos Payánhttp://www.blogger.com/profile/00224875085749152433noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5703524844355448260.post-12495738115468019172012-10-13T03:15:00.001-07:002012-10-13T03:16:22.148-07:00Energía oscuraNecesitamos una física más allá<br />
de las teorías actuales, me dices<br />
mientras observo los imanes de la nevera.<br />
Sería una revolución, matizas,<br />
colocando las latas de cerveza<br />
con el logo hacia afuera,<br />
sin el plástico anillado<br />
que ahoga tortugas indefensas,<br />
así podríamos explicar la energía oscura...<br />
Y pienso en 70 metros cuadrados de universo<br />
y en esa física más allá de las teorías actuales<br />
y en tu piel de pulidos átomos extendida<br />
sobre blancas y galácticas sábanas...<br />
¿Por qué me miras así? Preguntas,<br />
y vuelvo a la realidad sin saber qué decir,<br />
sólo puedo observar la geometría de la compra<br />
y besarte.Óscar Santos Payánhttp://www.blogger.com/profile/00224875085749152433noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5703524844355448260.post-33957877833508163172012-05-26T03:05:00.000-07:002012-05-26T03:44:09.848-07:00Para Ana Gaviera en el aniversario de la Guerra de las Galaxias<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">Lo conocí en la antigua carretera
nacional de Barcelona, a las afueras de Alcalá de Henares. Mientras
hacía tiempo me senté a la sombra de un chopo arrugado que había sobrevivido a
la ampliación del carril<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de servicio, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a leer un libro, que llevaba siempre en mi
bolsa de plástico de El Corte Inglés. De vez en cuando levantaba la cabeza y
empequeñecía mis ojos para mirar al sol un segundo. Al volver al papel las
páginas se llenaban de esquirlas verdes y amarillas que jugueteaban sin sentido
con las palabras. Escuché un ruido detrás de mí y me giré. Se acercaba alguien
con andar cansino. Guardé el libro y me coloqué el cuello de la camisa. Cuando
se paró a mi altura me saludó y me preguntó si podía sentarse a descansar un
rato. Dije que sí y le hice un hueco a mi lado retirando la bolsa. Estuvo
unos minutos sin decir nada y lo observé de reojo. Era extraño pero no me
preocupaba. No podría decir ahora cómo era su rostro porque la luz era muy<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>intensa y hubiera sido una descortesía por mi
parte ponerme la mano como visera y mirarlo fijamente a la cara. Vestía
totalmente de negro, pantalones, camisa, botas<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>guardapolvos que a mi entender era exagerado
para la temperatura que había. Lo primero que dijo fue que no tuviera miedo y que
por favor no le mirara a la cara. Continuó diciendo que agradecía el gesto
después de lo que había pasado entre nosotros. Un escalofrío recorrió mi cuerpo
pero no era la primera vez que me pasaba. Quise preguntarle pero me frenó con un
gesto elegante de su mano para continuar hablando. <i>Sólo unos segundos,
después me iré. Mi nombre es<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Anakin y
nací en Tatooine. He servido como Jedi recorriendo galaxias y he tenido un
poder inimaginable para<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cualquier ser
humano sirviendo al emperador Palpatine. He defendido La República y el lado
oscuro. La luz y la oscuridad me han enseñado. Ambas son necesarias para el
equilibrio</i>. Su voz serena viajaba hasta mis oídos y producía un eco
metálico en mi pecho. Le costaba respirar e inclinó la cabeza. <i>Ahora
necesito oír tus palabras para concederme el perdón y el descanso</i>. No sabía
qué hacer ni qué decirle. Todo era extraño pero no sentía miedo. Le cogí de la
mano sin mirarlo y en aquella carretera ardiente de mediodía susurré: si es lo que buscas yo te
perdono Anakin y que la fuerza te acompañe. Un Ford Escort negro se detuvo a
nuestra altura, llevaba la ventana bajada y la música de Camela invadió el
lugar. Solté su mano y me acerqué al conductor. Hablamos unos segundos, dudé y
miré a Anakin, pero ya no estaba. Me subí al coche y por el retrovisor lo vi
alejarse. Mientras la Estrella de la Muerte aceleraba apoyé la cabeza en el
asiento y me alisé la falda. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>Óscar Santos Payánhttp://www.blogger.com/profile/00224875085749152433noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-5703524844355448260.post-79843390517942664242012-03-12T02:12:00.004-07:002012-03-12T02:26:29.089-07:00Extracto de esta locura dedicado a M. Delibes<div align="justify">Cuando se acaba el otoño entro en barrena. El otoño es la estación más femenina. Si intento buscar palabras que rimen las primeras que me vienen a la cabeza son coño y moño, dos vocablos masculinos en dos voces nada masculinas. Otro de mis libros preferidos lo compré un día entre el verano y el invierno de no sé qué año. Puede que yo tuviera doce. Lo había encargado el profesor de lengua al que apodábamos el cara rajá. Lo del apodo le venía porque a su familia en el pueblo los llamaban los cara rajás. Se lo pusieron otros vecinos que hacían llamarse los rajás porque vivían de puta madre. ¿Por qué le pusieron los cara rajás a sus convecinos? Vaya usted a saber. Nunca se lo preguntamos. ¿tenía la cara rajá? No, ¿entonces? Pues a mear a la vía, que era lo que decía el cara rajá cuando ibas a pedirle permiso para mear. Sólo dejaba ir a tres en la hora de clase y a mí siempre me entraban ganas cuando ya habían ido los tres. Así que un día no pude aguantar y me lo hice encima. ¿Se rieron de mí? Sí ¿Yo me cagué en la puta madre de todos? También. Las ratas de Miguel Delibes, todavía lo tengo, amarillo como el pis de mis pantalones. Me encantó y así empezó mi pasión por los libros. Así decidí que quería ser escritor. Así decidí no seguir estudiando y así decidieron que me pusiera a trabajar. ¿Dónde? En una librería. Pues no, fue vendiendo seguros a puerta fría, que era un término que desconocía hasta que una señora gorda, como un disgusto fuerte, me pilló los dedos con la puerta de su casa. Como no pude gritar, porque el dolor me había cercenado de cuajo las meninges, la puerta se volvió abrir cuando el cerdo de su hijo fue a bajar la basura, media hora después. Bajamos en el mismo ascensor y juro por que se muera otra vez Roberto que me dieron ganas de acuchillarlo con mi Pilot un millón de veces y después descuartizarlo y entregárselo a su puta madre en sobres pequeños durante un año. No lo hice. Aunque durante un mes estuve planeando su muerte y dibujando secuencias en un cuaderno de anillas.</div>Óscar Santos Payánhttp://www.blogger.com/profile/00224875085749152433noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5703524844355448260.post-71358372136723064092012-02-28T06:03:00.002-08:002012-02-28T06:12:17.799-08:00Me senté de nuevo y juré que no me levantaría en todo el trayecto, hasta que una anciana muy amable pidió mi colaboración desinteresada para subir una maleta azul tamaño armario empotrado a la parte superior de su asiento, al otro lado del pasillo. Intenté convencerla de que era mejor dejar su equipaje en el maletero de entrada del vagón, porque era más cómodo para ella y en definitiva para mí. Con una sonrisa falsa me dijo que no, que siempre la había puesto ahí arriba, que su marido, que en paz descanse, añadió, así lo hacía. Pues que su marido resucite y coloque su jodida maleta. Ese fue mi pensamiento segundos antes de cogerla y, aguantando la respiración, colocarla. Me dio las gracias y se sentó a leer la revista Semana. Yo me sujeté la hernia inguinal, me cagué un par de veces en la anciana y me puse a leer Pálido fuego de Nabokob.<br />En la séptima página me dormí. No es que fuera aburrido, es que me venció el sueño gracias al traqueteo soporífero y al calor de la calefacción.<br />Soñé que Marisa incendiaba la iglesia y que después se reía en mitad de la calle a carcajada limpia. Levantaba un cartel hecho a mano, que me sorprendió porque siempre había pensado que el demonio tenía más presupuesto, donde decía que el tiempo se acababa. La calle estaba vacía en un primer momento hasta que ella se desnudaba, en sueños perdía un montón porque tenía una lorza horrible, y entonces empezaba a salir gente de una especie de puerta de ultratumba que giraba como las de un hotel y supuraba un humo discotequero. El primero en salir fue Federico García Lorca, o eso me pareció. Llevaba un traje blanco y se peinaba hacia atrás. Luego salió un señor que decía que él ponía siempre las maletas en la parte superior del vagón. Unos segundos después y por orden de aparición salieron: Una señora pequeña, enjuta, que decía llamarse Teresa a secas, un tío imitando al Che Guevara y el Che Guevara detrás de él descojonado de la risa y fumando un puro, Karl Marx y Groucho Marx, Juana la Loca agarrada del brazo de Cantinflas, Harol Lloyd y Baster Kiton disfrazados del gordo y el flaco, Vicente Alexandre con una estatuilla en una mano y en la otra cogiendo la mano de Óscar Wilde, Un enano torero, dos encofradores, Javier Marías diciéndole algo al oído a Arturo Pérez Reverte, un minero con la linterna encendida, Manuel Azaña, J. Figerald Kennedy, Martin Luter King, Ivand Lendel y Rafael Farina comentando asuntos menores, tres ferrallas, dos ancianas republicanas ondeando sus banderas, catorce prostitutas bellísimas, un indio siux, otro azteca, un judío abrazado a un palestino, dos ruandeses de distinto tamaño, Baudelaire pasándole una botella de absenta a Heminwey, Leonardo da Vinci en bicicleta y tras él, esprintando, Akenatón y más atrás, a dos ruedas, Galileo, un pintor de brocha gorda, Gandhi, que parecía mucho más atlético, seiscientos parados de distintas profesiones bailando al son de la guitarra de Elvis y por último con un andar pegajoso y cansino Superman. <br />Marisa seguía gritando soflamas contra todo y los demás se sumaron a la manifestación. Uno de los ferrallas no dejaba de mirarle los pezones, que estaban duros como piedras. Libertad, muerte a las religiones, gritaba. Los manifestantes secundaban la proclama. La iglesia dejó de arder. No había sufrido ningún daño. De entre el público salió David Coperfield saludando y se llevó, en agradecimiento, un sonoro y cerrado aplauso de los presentes. Desde dentro de la iglesia una voz le dijo a Marisa que se vistiera y ésta contestó irguiendo su dedo corazón de la mano derecha, después el minero, o Heminwey, en un perfecto castellano dijo que no se vestía porque no le salía del coño. A esto le siguió una estruendosa ovación y en medio de tanto júbilo el indio azteca, sin querer, le clavó el culo de una flecha a Rafael Farina en un ojo. Teresa a secas se lo curó sin despeinarse. Una figura humana o algo parecido salió de la puerta de la iglesia y anduvo un par de metros. Iba vestido de blanco y llevaba unos zapatos rojos monísimos de Prada. Infieles, dijo, Dios os está mirando desde un lugar más alto que el cielo y juzgará lo que estáis haciendo. No puedo asegurar, porque era un sueño, quién de los manifestantes gritó: ¡Vete a cagar a la vía, payaso! Posiblemente uno de los seiscientos parados o una de las catorce bellísimas prostitutas. Otro Fuck you retumbó muy fuerte seguido de un jódete.<br />- Venís de parte de Satanás y yo os digo que nunca el ángel caído será más grande que el Señor.- Entonces unos cuantos generales, entre ellos algunos dictadores reconocibles de varios países, salieron con mangueras y rociaron de agua bendita a los manifestantes. Éstos, angustiados porque hacía mucho calor, se pusieron a bailar sin contemplaciones, a corear It´s fun to stay at the y.m.c.a de los Village People, incluso el ferralla, muy animado, quiso tocarle una teta a Marisa y el ruandés más alto, en un alarde de exquisita educación, le dijo que si volvía a intentarlo le amputaría la mano, el ferralla pidió disculpas y le dijo en inglés no problem. Viendo que el agua bendita no les hacía nada, más bien sofocar el calor que estaban pasando, los generales se adelantaron colocando un cañón en la escalera. Era el cañón tigre, famoso por arrancarle el brazo al almirante Horatio Nelson.. Los manifestantes seguían a lo suyo tarareando en inglés : y.m.c.a hasta que Marisa se dio cuenta y puso su piel desnuda en la boca del cañón. El lugar se quedó en silencio. Uno de los generales se dirigió a la muchedumbre con un megáfono: Dispérsense o dispararemos. Por el acento nasal, como de nodo, parecía español o latinoamericano. Si se marchan ahora todo quedará en agua de borrascas. El minero se adelantó y dijo: En agua de borrajas, inculto. Entonces el general disparó. Como era un sueño, imagino, el cañón no tenía mecha ni oído sino un gatillo curvo del tamaño de la manija de una nevera. No se movió nadie. Un ruido ensordecedor lo cubrió todo de humo. Cuando éste se retiró los manifestantes seguían de pie y atónitos al observar cómo la carga había explotado en dirección contraria. El cañón se había desplazado hacia atrás tres o cuatro metros y el general yacía debajo de él. Los otros militares estaban despanzurrados, unos sobre los otros. Había tal confusión de cuerpos que se entremezclaba una pierna chilena con un tronco africano, un pie argentino con un cuello cubano, un bigote alemán en una calva italiana y así hasta el infinito de la carne. Ahora sí ardía la iglesia, se había convertido en un auténtico infierno. Marisa se giró y me pareció bellísima. Era un demonio hermoso despertándome en Peñaranda de Bracamonte. <br />Abrí los ojos y vi el cartel de la estación. Como si el nombre del pueblo fuera un potente anestésico volví a quedarme dormido.Óscar Santos Payánhttp://www.blogger.com/profile/00224875085749152433noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-5703524844355448260.post-87629434165242870752012-02-18T03:37:00.002-08:002012-02-18T03:58:13.709-08:00No sé hacia dónde va estoLa librería tiene seis plantas contando el sótano, donde está el almacén. El dueño no ha pasado por aquí en la vida, sé quién es por la prensa y la televisión. A cargo de la tienda hay un director, un subdirector y cinco jefes, a cual más inútil. Después estamos nosotros, treinta empleados que vendemos, limpiamos y colocamos libros en el almacén. Allí podía haber más de cien mil libros perfectamente colocados. Tengo que decir que conozco a la perfección cada rincón de pared, cada centímetro de chapa de sus estanterías. Visualizo al milímetro el grosor del libro que llega con el hueco libro que queda. Es una virtud que nació mientras hacia el servicio militar y gastaba las horas jugando al tetris en la cantina del cuartel. También sé qué formato<br />de libro me va a arañar la piel y qué parte del filo de las baldas me cortará, aunque después de tanto tiempo en esta tienda los peores arañazos y cortes los tengo... Conozco los libros, los de pasta dura y pasta blanda, los de bolsillo y gran formato, las novedades y los de saldo, los que pesan y no pesan, los que se pueden y se dejan leer y los que no se pueden leer aunque se dejen.<br />No he subido al botiquín todavía, a pesar de haber padecido varias enfermedades: anemia de Fanconi, hemiatrofia facial, paludismo, tres tumores distintos, pulmón cerebro y rodilla y dos infartos de miocardio. Los infartos se pasaron rápido porque siempre tenía a mano una aspirina. Peor fue lo del tumor cerebral, me pasaba las horas declamando un trabalenguas para observar su crecimiento: “Pablito clavó un clavito, qué clavito clavó Pablito” También he sufrido accidentes, producto de mi actitud ante los volúmenes que entraban los martes y se devolvían los jueves de esa misma semana. Una vez se me cayó desde la última estantería, unos tres metros, Olvidado Rey Gudú de Ana María Matute. Un libro de pasta dura, compacto y bien encuadernado que pesaba, al menos, un kilo. Los libros nunca se caen de plano y éste no iba a ser menos. En el mismo instante de impactar con el canto negro sobre mi dedo gordo del pie derecho estaba colocando la Ilíada entre la Odisea y los Nueve Libros de la Historia, de Herodoto. Al cortárseme la respiración se me giraron los ojos trescientos sesenta grados y noté cómo el nervio óptico, de ambos, se transformaba en una rasta diminuta. Pensé que iba a morir y después me acordé de los padres de Ana María Matute y de por qué había escrito aquel pedazo de novelón enladrillado con lo bien que escribía cuentos de diez páginas. Mientras pensaba el dedo gordo conquistaba cada rincón de mi zapato y un dolor horrible y marrullero recorría mi cabeza. Creo que me desvanecí y me desmaye, o no.<br />Otro de los accidentes se produjo cuando me atropellé a mí mismo con un carro de la compra. Es difícil de explicar pero ocurrió. Aquella mañana habíamos recibidos dos palés de mercancía. Después de pelarlos, las editoriales suelen mandar los libros en cajas y a su vez retractilados con violencia, y colocarlos en sus respectivos muebles, por editorial y orden alfabético del autor, llené un carro con los ejemplares sobrantes que parecía una obra faraónica del Exin Castillos. Me dirigía al montacargas para bajarlos al almacén guiando el carro con la mano izquierda mientras sujetaba con la derecha una edición mimada y exquisita de la Metamorfosis de Kafka. Iba absorto leyendo la contraportada: “Una mañana, al despertar de un sueño intranquilo, Gregorio Samsa se encontró en la cama transformado en un insecto monstruoso…” cuando en un segundo el carro viró hacia la derecha. Las ruedas de los carros metálicos de las tiendas tienen un sistema robotizado que hace girar las ruedas a la derecha o a la izquierda según se le ponga en los cojones. La mala suerte empujó hacia las escaleras mecánicas de bajada, entonces solté el libro de la cucaracha humana, que en ese momento no me pareció una de las ficciones más célebres de la literatura del siglo XX. Con la mano izquierda libre mantuve con fuerza la parte delantera, que ya se inclinaba como la proa del Titanic, pero no podía detenerlo así que intenté frenarlo con el pie. Craso error porque me quedé enganchado en las varillas delanteras. Entonces el carro se inclinó más todavía y se quedó sobre mí cayendo al infinito de la planta de abajo. Fueron cuatro segundos angustiosos golpeándome la cabeza con los escalones estriados y cayendo libros a diestro y siniestro. Al llegar a nuestro destino el carro me pasó por encima y una de las ruedas traseras me recorrió el cuerpo dejándome vía y andén en toda la anatomía. No me desmayé ni sangré pero me dolía mucho el susto. En el suelo, una alfombra de libros parecían reírse de mí y dentro del carro tres libros suspiraban de alivio: La Máquina de follar, de Bukowski; Corazón Tan Blanco, de Javier Marías y Carrie, de Stephen King. Ese mismo día, al acabar mi turno, compré los tres libros. En aquel momento pensé que el azar era más certero que muchos críticos literarios.Óscar Santos Payánhttp://www.blogger.com/profile/00224875085749152433noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5703524844355448260.post-87055879134864881592012-02-13T12:41:00.000-08:002012-02-13T12:45:10.766-08:00¿Podría ser el principio de la historia? DecidmeSiempre me levanto de muy mala gana y apoyo el pie izquierdo a sabiendas de la mala suerte que trae. Eso dicen los entendidos en gilipolleces. Que los hay por todas partes, sólo hay que conectar la radio o la televisión a cualquier hora del día. Voy hacia el baño golpeándome con todo lo que tiene esquinas, no venden cosas romas, es una forma de recordarte la compra, publicidad encubierta, hematomas. Me ducho. La alcachofa está rota desde hace años pero no la cambio porque no sé y soy un vago para las cosas de casa. Mojo el suelo, la ventana, el papel higiénico, que después me da un poco de dentera tocarlo. Nunca me afeito igual. Un día empiezo por la garganta y otro por la patilla izquierda. Una vez se lo dije al médico y me recetó bucofaríngeos, todavía hoy me pregunto porqué. Odio ponerme el traje. Como nunca me seco bien, la camisa se me pega y me doy asco. Pero sucumbo porque siempre me levanto tarde. La corbata es el remate. No desayuno. Prefiero el ardor de estómago a las diez de la mañana. Salgo de casa con la hora pegada al culo. El ascensor siempre está ocupado. Me encanta tener taquicardias, sino no entiendo por qué no me levanto diez minutos antes. Si me tengo que llevar el coche me agobia todo y si tengo que ir en metro también. De cualquier forma odio a la gente, mejor dicho le tengo fobia. Sobre todo a la gente de la mañana. La gente de la tarde, aún siendo la misma, es otra. Por la tarde después de trabajar todo el mundo está derrotado y no tiene ganas de nada. Es probable que ni te insulten conduciendo o que nadie te mire ni te hable en el metro. A mí me molesta que me hablen. Por eso si puedo siempre voy en coche aunque llegue tarde y me coma un atasco de una hora. Fumo, pienso y a las horas en punto pongo el informativo. Casi siempre la cadena SER. No es mucho mejor que las demás pero hay una voz que me hace sentir bien, además es una voz masculina y eso me preocupa. Pienso en la homosexualidad tanto como en la muerte y sin embargo me encantan las mujeres y estoy vivo.<br />Me molesta mucho que me hablen en el metro o en el autobús pero lo que más me jode es conocer a alguien y ver cómo se acerca apretándose con todo el mundo para acabar poniéndose a mi lado y hablarme. Siempre voy leyendo. En el coche no, pero no me importaría. Leo mucho, quiero decir que soy un lector empedernido. A veces obsesivo. Si me gusta un autor me compro todos sus libros. Me pasó hace años con Bukowsky. Posiblemente no sea un escritor excelente pero me pareció original y sobre todo me interesó su vida. Un tipo que trabaja en correos, escribe, bebe y folla y se gasta la pasta en las carreras de caballos… Cuanto menos era un tipo raro. Imagino que tiene sus detractores pero a mí esos me importan una mierda. Me gusta el mundo del libro. De hecho trabajo en una librería. En realidad yo quería ser escritor. Quería escribir y trabajar en casa leyendo, documentándome y todas esas cosas. Una vez fui al médico y se lo conté. Estuvo un rato en silencio y después sacó la libreta de recetas. Le dije que no me diera bucofaríngeos y me contestó, sin mirarme, que el médico era él. Tomé Lexatín dos días y no se me quitaron las ganas de escribir. Creo que voy demasiadas veces al médico, sobre todo al de la empresa. Tengo una sociedad privada y no la utilizo. Creo que es por miedo a que me detecten cualquier tipo de cáncer o enfermedad rara. Allí tienen aparatos mucho más sofisticados que en el botiquín del trabajo. Me aterroriza pensar en eso. Pero lo pienso muy a menudo. Tampoco leo libros de filosofía. Hace tiempo sí. Leí muchos y muy rápido y creo que por eso me subió el colesterol y los triglicéridos. La filosofía te crea un estado de ansiedad terrible que acaba derivando en un estrés incontrolable. Al final te dispara todas las cifras de los análisis. Eso me pasó con dos libros que leí seguidos de dos autores contemporáneos, uno de Fernando S. y otro de R. Marcos. Con los clásicos no se disparaban tanto mis niveles. Otra época me dio por los libros de autoayuda para frenar mi ansia por la filosofía ilustrada. Eso fue peor todavía. ¿Por qué los llaman de autoayuda cuando lo único que hacen es destruirte como persona? Quién, en su sano juicio, puede titular su libro “El caballero de la armadura oxidada” o “Dios vuelve en una Harley” Pero qué cojones nos pasa. Antes en los pueblos no había tantos libros ni se vacunaba a los perros y la gente vivía más y era más feliz. Como mucho, alguien se ofuscaba un día y se liaba a tiros con la mitad del pueblo. Eso eran daños colaterales de la palabra linde pero no más. Ahora te comen la cabeza todo el puto día con la publicidad y con la autoayuda. Como para decírselo a mi médico, autoayuda, con lo arrogante que es. Parece Dios el muy cabrón y no ha leído en su vida un libro que no esté relacionado con las enfermedades. A veces sueño que le meto el vademécum por el culo y no tiene nada que ver con la homosexualidad. Los médicos son una especie muy protegida. Y no hace falta porque ya se protegen ellos contra todos. Son como lobos, salvando la poca distancia. Sólo hay que ver una operación por televisión. No deberíamos ir tanto al médico. Les damos más importancia de la que tienen.Tengo miedo a las enfermedades y me toco muy a menudo, por no decir todos los días. Me palpo la garganta y si noto un bulto, que normalmente es un ganglio, me da el bajón y me entran ganas de escribir un poema a Camilo José Cela, y lloro por dentro, que es como una especie de llanto imbécil que duele un montón porque no revientas y eso te hace, lo leí en un libro de autoayuda, que las células se desesperen y acaben matándose o follando entre ellas.Óscar Santos Payánhttp://www.blogger.com/profile/00224875085749152433noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5703524844355448260.post-28273068467049252192012-02-06T08:18:00.000-08:002012-02-06T08:25:09.232-08:00Más trozos...Mil euros. Una vez cobrados volví a invertirlos inmediatamente. Una parte para pagar a mis padres dinero que les debía, otra para seguir aumentando mi biblioteca, para escaparme yo solo un fin de semana y para invitar a Marisa. Lo último costó un poco más porque yo ya no estaba en la nómina del Vaticano y eso restaba puntos. Era de nuevo un infiel, un hereje. Pero lo del premio podía dar juego. Sólo tenía que armarme de valor y entrar en la perfumería, comprar un perfume caro y dejarme ver. Así fue como lo hice pero siete veces. Siete veces que compré el mismo perfume de hombre al módico precio de sesenta y cuatro euros. Todo sucedió el séptimo día. Dios descansó y yo también, porque Marisa se fijó en mí y yo pude desplegar todo mi armamento y convencerla para que quedara conmigo a tomar un café cuando saliera de trabajar.<br />Estuvimos dos horas sentados en una terraza del barrio. No paré de hablar y ella no dejó de mirarme ni un solo segundo. Además hice que sonriera al menos un par de veces, cuando le conté que casi había quemado la iglesia y cuando me encendí un cigarro al revés y casi me quemo la cara. Al final, cuando ya me había dicho por vigésima vez que era muy tarde y que se tenía que ir, le cogí de la mano y le dije que era un personaje de un relato que había escrito y que me habían premiado. Entonces se echó hacia atrás soltándose de mi mano y yo le dije que olía a Nenuco y a limpio y que me gustaba mirarla. Que me parecía una mujer preciosa y que valía la pena estar allí aunque me hubiera gastado en perfumes, en menos de un mes, cuatrocientos cuarenta y ocho euros. Cuando se fundieron las palabras nos quedamos en silencio y después de unos segundos ella me preguntó de qué planeta había salido. Al principio no me lo tomé bien. Pensaba que se iba a levantar y además sin pagar. Me quedé en blanco y ella se incorporó y volvió a preguntármelo. No sabía qué contestar. Tenía varias opciones. Podía ser gracioso y cagarla. Podía encogerme de hombros y esperar a que ella dijera algo o podía decirle la verdad, que era del planeta Tierra pero que mi universo era un caos. Me decidí por la última y esperé temeroso algo que no deseaba oír. Entonces ella se colocó el pelo y sin dejar de mirarme cogió uno de mis cigarrillos, lo encendió dando una calada profunda y dijo: No sé de qué planeta eres pero me gustas. Quise llorar y para que no me viera lloré por dentro, aunque aquellas lágrimas enloquecieran mis células y acabaran provocándome, con el tiempo, un cáncer terminal. Estuvimos en silencio hasta que acabó su cigarrillo y después la acompañé hasta su casa. Al llegar al portal me dijo que quería leer ese relato donde ella era la protagonista y que si quería podía ir a buscarla al día siguiente a la perfumería. Yo me animé y le dije que si no le importaba que la abrazara y ella me dijo que no, vamos, que ese día no le apetecía abrazar a nadie y entonces le dije en broma que si no quería un abrazo tampoco querría un beso y ella me dijo que había acertado y entonces quise que la tierra me tragara llevándome hasta Nueva Zelanda de un golpe, pero no fue así y me quedé con cara de gilipollas mientras ella se perdía en su portal, un universo con una elipsis casi perfecta. <br />Al día siguiente, después de estar todo el día trabajando en mi proyecto de novela, me presenté a las nueve en punto en la perfumería. Me había echado tanto perfume que tenía ganas de vomitar y entre calada y calada me daban cuatro o cinco arcadas. Marisa no salió hasta las nueve y media. Me miró y sólo dijo: vamos a mi casa. No pasó nada. Cuando llegamos me hizo esperar en el salón mientras se duchaba. Luego preparó un par de montados de embutido de pavo y un par de cervezas. Nos los comimos sin decir palabra. Yo pensaba en desnudarme y en hacer el amor encima del sofá, no sin antes lucir el último modelo de calzoncillos Calvin Klein que había comprado para la ocasión. Recogió todo, volvió a sentarse y me pidió que le leyera el cuento. Una vez terminé me dijo que estaba cansada y que quería dormir y que si quería quedarme podía dormir en el sofá. No supe qué decirle. Ella se levantó y se fue a su habitación, yo me levanté y me fui a mi casa. Cuando me desperté por la mañana, sobre las diez, pensé en llamarla a la perfumería pero desistí. En realidad no sabía qué decirle. Ni siquiera sabía si me apetecía preguntarle si le había gustado el cuento. Estaba desconcertado. Una cosa estaba clara, Marisa era rara de cojones y la elipsis de su universo no era tan perfecta. ¿Por qué me había invitado a su casa? El cuento se lo podía haber leído en la terraza de cualquier bar ¿Por qué no me dijo que durmiera con ella? ¿Por qué un montado de pavo? Me fui a la estantería del salón y cogí El Proceso de Kafka. Echado en el sofá no paré hasta acabarlo. Siempre he leído rápido. Después me duché y me palpé los testículos y pensé que no había ningún tumor que frenara mis ansias por volver a estar con Marisa y que me diera una explicación. Así lo hice y a las nueve en punto estaba en la puerta de la perfumería. Esta vez me había puesto menos perfume y libre de arcadas me armé de valor. Como siempre Marisa salió tarde y no se sorprendió al verme caminar dando pequeños saltos para no pisar las líneas que cruzaban la acera. Me saludó y me preguntó si quería tomar algo con ella. Era el momento de darse a valer, o hacerse de rogar, naturalmente me hice el tío duro, puse cara de gánster y dándole una calada al cigarrillo… le dije que sí. Pedimos un par de cañas y durante los siguientes diez minutos no hablamos nada. Ella me miraba fijamente y como no podía sostenerle la mirada lo único que hacía era encender un cigarro tras otro, agachar la cabeza de vez en cuando y mover las piernas como un imbécil. De repente ella me preguntó si quería ir a su casa a follar. Yo estaba bebiendo en ese momento y un tercio de la cerveza que tenía en la boca acabó en su vestido estampado en forma de aspersor, otro tercio pasó directamente a mi pulmón derecho y el otro tercio me salió por la nariz en forma de espuma. Cuando volví a la vida le dije que sí, pero sonó muy apagado, como un hilo. Había estado a punto de ahogarme con una mierda de cerveza y mi voz salía de algún lugar no localizado. Aún así me recompuse y antes de decirle que sí y que lo oyera, porque lo deseaba con todas mis fuerzas, le pregunté si le había gustado el cuento. Se quedó en silencio unos segundos y mirándome un poco raro movió la cabeza de arriba a abajo. Después matizó. Mucho. Entonces le dije que sí. Ni cenamos ni bebimos nada. Fuimos a su habitación directamente. A oscuras nos desnudamos como si fuéramos un matrimonio a punto de extinguirse y nos metimos en la cama. Me besó dos veces y se colocó encima de mí. Luego me susurró al oído una frase ininteligible y comenzó a moverse despacio. Luego más deprisa, luego más despacio. Yo, mientras, pensaba en Hiroshima, en el mundial celebrado en España en el año ochenta y dos, no pasamos de octavos, en mi abuelo Lucas con su bañador de cuadros, chanclas, calcetines negros y su camiseta blanca de tirantes. Marisa empezó a gritar y a tirarme de los cuatro pelos que tenía en el pecho. Me dolió mucho aunque sirvió para que abandonara mis pensamientos tristes, hasta que al final empezó a blasfemar con los ojos en blanco. Me asusté y recordé la película Corazón de Ángel, donde Mickey Rourke hacía de detective. De repente frenó en seco. Se echó sobre la cama y me dijo que tenía que marcharme. Me vestí a oscuras y me largué pensando que Lucifer me había dado otra oportunidad. Nunca más volví a verla. Y cuando pasaba cerca de la perfumería un escalofrío me recorría el cuerpo perfumándolo de un extraño olor a azufre.Óscar Santos Payánhttp://www.blogger.com/profile/00224875085749152433noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5703524844355448260.post-7427931520641356192011-11-24T04:39:00.000-08:002011-11-24T04:55:08.831-08:00Ya lo digo un poco más abajo, está en obrasMe ha dao por ahí. Como nunca escribo dejo pegado un trozo de una especie de historia que estoy escribiendo de un tipo extraño que en este pasaje busca un pub llamado la perla negra. Novela es mucho decir pero yo a lo mío como el Zafón ese, que adelanta trozos y los lees en el metro, en la patilla de las gafas de una señora en la farmacia o en el papel higiénico de una cafetería con pedigrí. No hay obligación.<br /><br />TiTuLo (En obras)<br /><br /><br />Salí a la calle y entré en el primer bar que encontré. Pedí una cerveza y una tapa que consistía en una corteza hueca y gigante rellana de ensaladilla rusa. Me gustó y pedí tres cervezas más con la misma tapa. El camarero me miró extrañado y para no parecer imbécil le dije que hacía años que no comía ensaladilla, que había estado estudiando diez años en un pueblo a las afueras de Reikiavik, la capital más septentrional del mundo, y que sólo había comido pescado, marisco y escrotos de carnero marinado. Como no había muchos clientes el camarero seguía allí clavado escuchándome y como yo estaba más solo que la una, menudo dicho más gilipollas, continué hablando. Le dije que había bebido mucho brennivín que era una bebida alcohólica que los islandeses elaboraban con la pulpa de la patata fermentada. Un hilillo de sangre asomó por el agujero derecho de la nariz del camarero así que me detuve. Pregunté cuánto debía, pagué y me marché. Las cervezas me habían sentado de miedo y me encontraba bien. Pensé en escribir un cuento esa misma noche con la anécdota del bar y mientras caminaba en dirección a ningún lugar imaginé un buen título. En la calle había un montón de gente. Paseé un buen rato. Vi las dos catedrales por fuera, claro, y la fachada estrecha y recargada de la Universidad, donde me detuve a observar como unas veinte personas torcían su cuello para descubrir la rana de la calavera. Casi todo eran parejas de excursionistas. Me sentí solo y quise dejar de respirar hasta que una joven con pinta de inocencia interrumpida me dijo algo en inglés que por supuesto no entendí. Entonces se acercó su amiga que chapurreaba algo de castellano y me pidió fuego. Aquellas dos chicas me habían salvado la vida sin saberlo. Me dio las gracias y yo les dije que las amaría eternamente, entonces me sonrieron y se perdieron por una calle estrecha. Miré la rana y pregunté a un hombre que daba indicaciones a todo el mundo si podía decirme dónde estaba la Perla Negra. Me miró y me dijo que el sólo sabía dónde estaba la rana que una perla negra entre aquellas majestuosas piedras era difícil de ver y que lo mejor que podía hacer era comprarme una guía y así no le tocaba más los cojones a nadie... ( Continuará... o no)Óscar Santos Payánhttp://www.blogger.com/profile/00224875085749152433noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-5703524844355448260.post-23561848320043520082011-10-19T04:50:00.000-07:002011-10-19T05:08:59.501-07:00Estoy obsesionado con el Universo. Por eso, cuanto más leo, cuanto más me intereso por él más me alejo de nuestra verdad y menos me interesa quiénes somos y quién es dios. Nuestro mundo tal y como lo conocemos vive un momento desquiciante. Estamos afiliados, queramos o no, al esplendor de la miseria. Somos tan insignificantes y a la vez tan únicos y especiales que me sabe mal decirme a mí mismo que soy fruto de la nada, tan solo un milimétrico arañazo en la alfombra del tiempo. Pero mientras se fabrica ese arañazo puedo cagarme en la puta madre de Moody´s y Standard & Poor´s por ejemplo, o en el FMI, o en el BCE, o en las farmacéuticas y petroleras, o en las grandes fortunas que están cimentadas sobre sangre y muerte... Quiero decir que aunque seamos insignificantes, neutrinos del sistema, podemos cagarnos en la Luz y en la galaxia más perversa. Es una cuestión de querer, de sentir que ese arañazo que seremos sea digno de esa alfombra.Óscar Santos Payánhttp://www.blogger.com/profile/00224875085749152433noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5703524844355448260.post-2006986674219104262011-08-21T01:25:00.000-07:002011-08-21T02:28:48.639-07:00CONTAD CONMIGOEstoy aquí, y como dice la película, amanece que no es poco en este mar convulso, un mundo que duele. Comienzan mis vacaciones, 21 días y 21 gramos de felicidad (por convenio) frente a tantas y tantas toneladas de mierda, miseria y mentiras. Estoy cansado. Tengo la sensación de estar ante un estercolero lleno de trincheras. Un campo de batalla diseñado por diez o doce archipermultimillonarios hijos de la gran puta que juegan al Risk con nuestras vidas. Y tenemos gobiernos cobardes, da igual el color, que se arrodillan disputándose la obscenidad más original, la felación más duradera. Mientras, nosotros nos matamos por las migajas que caen de su última cena: Somalia, Irak, Palestina, Haití...............................................................................................
<br />Grecia, Irlanda, Italia, España......................................................................................................... Dinero, dinero, dinero, hombres podridos de dinero, dinero, dinero, esclavos por el dinero, dinero, dinero, muertos, muertos y más muertos.
<br />Y a todo esto, España: Retorcida, indignada, católica, laica, aconfesional, farisea, romana, franquista, progresista, beata, paleta, moderna. Con sus políticos: Arrogantes, necios, incultos, mentirosos, ladrones, medradores... Ya sé, no se puede generalizar, algunos habrá decentes e incluso que lloren esta puta vergüenza, lo siento también por ellos.
<br />Me voy de vacaciones y estoy cansado. Por cierto, la visita del Papa me da igual. Quiero decir que para mí la religión es una cuestión de fe y a mí es un don que no me ha sido concedido. Lo que no me da igual es que utilicen mi dinero para hinchar su doctrina y encima me den lecciones de moral, la suya, que está a años luz de la que predicó el nazareno, sí, al que acompañaban mendigos y perseguidos, "perroflautas de Galilea". Respeto y libertad, tolerancia, respeto, libertad y tolerancia.... Para lo último, contad conmigo.
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<br />Óscar Santos Payánhttp://www.blogger.com/profile/00224875085749152433noreply@blogger.com1