viernes, 24 de mayo de 2013

UNO DE LOS LUGARES MÁS TRISTES DEL MUNDO

Cuando tengo el corazón lleno de tierra me rozan las camisas, por eso no me gusta mi trabajo, por eso y porque mi trabajo es una zanja enorme llena de cadáveres que piensan que están vivos. Quizá yo estoy muerto también y mi paranoia es pensar que soy único en esta trinchera en descomposición. Mi trabajo consiste en convertir lo malo que sucede en una realidad mentirosa. Me explico, quitar un poco de tierra con una pala mientras un remolque descarga diez mil toneladas en el lugar que acabo de vaciar. Quisiera ir desnudo, así sería más fácil llegar a casa y ducharme, dormir limpio, aún sabiendo que al día siguiente volvería a inundarse mi corazón. Tener tierra en el corazón por eso se sobrelleva, lo peor es la tierra en la garganta, en los ojos, en los pulmones y el estómago, tierra en las venas y en el sexo por cosas que no dependen de mí. Esas sólo se alivian en presencia de personas vivas, estrellas que orbitan en mi apocalíptica galaxia. Por eso, alguna vez, cuando mi elipsis se desconfigura, mi cuerpo se llena con restos de asteroides, convirtiéndolo en uno de los lugares más desolado del mundo. Si no fuera por mis estrellas, este texto sólo sería el hall de mi tormenta.

1 comentario:

Marisa dijo...

Llora en mi corazón
Como llueve en la ciudad.
¿Qué languidez es esta
Que penetra en mi corazón?

¡Oh, ruido dulce de la lluvia
En la tierra y en los tejados!
Para un corazón hastiado,
¡Oh, el canto de la lluvia!

Llora sin razón
En este corazón que se aburre.
¡Qué! ¿Ninguna traición?
Este duelo no tiene razón.

¡Es la peor pena
No saber por qué,
Sin amor y sin odio,
Mi corazón siente tanta pena!

Paul Verlaine
(Romances sans paroles, 1874)