viernes, 3 de octubre de 2008

MONELLE


"Hace frío esperando al borde de la carretera, al borde del abismo"
Óscar Santos Payán



Se llama Marcel Schwob. Tiene veintitrés años.
Su vida ha sido plana hasta el día de hoy.
Pero el relieve acecha en forma de una puta
a la que lo conduce, una noche, el azar.

Se llama Louise. Es frágil, menuda y enfermiza,
silenciosa y abyecta. Casi no se la ve.
Sólo hay terror y angustia en los inmensos ojos
que le invaden la cara, dignos de Lillian Gish.

En sus brazos Marcel olvida que mañana
citó en la biblioteca a su amigo Villon.
Se olvida hasta de Stevenson, su escritor favorito,
de Shakespeare, de Moll Flanders y del Bien y del Mal.

Qué tres soberbios años de amor irresistible
aguardan al judío en la paz del burdel.
El cielo de París aún retiene sus vanas
promesas y las tiernas caricias de Louise.

Pero lo bueno acaba. Ella muere de tisis
y Marcel languidece, privado de su sol.
"No queda más remedio que volver a sus libros",
se dice, y da a las prensas El libro de Monelle.

Preliminar escrito por Luis Alberto de Cuenca del Libro de Monelle (Le Livre de Monelle) de Marcel Schwob. Prólogo y traducción de Jesús Munárriz. Segunda edición. 2005. Editorial Hiperión.

2 comentarios:

PEPE dijo...

La fotografía, con sus coches de formas anguladas y sobrias, las construcciones a medio levantar, medio derruidas, con la gente agolpándose a lo lejos fuera de las aceras, y todo debajo de un imperceptible sombrajo de tul, me recuerda a la Habana. Si además oliera penetrantemente a petróleo, no lo dudaría, al final de la calle se estiraría delgado el malecón para definir la sinuosa figura de esa ciudad, de la misma forma que las tardes languidecen despacio para los negros que se sientan sin prisa delante del océano.

Un fuerte abrazo Oscar

grande dijo...

gRaNde