Se me caen los días. No tengo suficiente fuerza para detener este exterminio de minutos. Desde la amarga rutina me pregunto, a dónde irán, a qué lugar sin piel.
He dado muchas vueltas alrededor del sol y en ese tiempo he hecho un poco de todo. La suerte me ha acompañado en algunos tramos de la elipsis y en otros se presentaron eclipses que han engordado el olvido. Planté un árbol de niño y ya adulto tuve una hija que es el motor de este viaje interestelar, después publiqué un libro de poemas y una novela. Si me queda algo por hacer ya vendrá, y si no, me fundiré el tiempo jugando con Paola,con los que quiero, leyendo, viendo pelis y escribiendo versos que pernocten en los cajones de mi casa.
3 comentarios:
A la absoluta nada.
¿Has pensado alguna vez si acaso tu tiempo no le es necesario al que corre detrás tuya? A eso se le llama depredación o subsistencia.
Bueno amigo, ahora sí que es verdad que me voy, mañana sale mi vuelo. Imagino que hoy te dejarán a Udrí en tu casa.
Un fuerte abrazo.
Pepe
Confirmado. La novela está caliente sobre mi mesa, lista para degustarla. Gracias. Buen viaje y que disfrutéis. Un abrazo.
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