domingo, 4 de abril de 2010

SS

Semana santa,
resucitará el hombre
que nunca muere.

Las carreteras
negras como el infierno
muerden y ladran.

En dios no creo,
es sus fiestas tampoco,
sí en la muerte.

5 comentarios:

Marisa Peña dijo...

Impactante...Sin palabras.Un abrazo fuerte

Anónimo dijo...

Plagiando a Camilo de Ory, yo todos los sábados me acuesto muerto y resucito los domingos a mediodía.

CBB dijo...

Esbozo...

Pienso qué puede ser eterno,
en qué final y en qué inicio...

Las olas viven
al esculpir su tumba
sobre la roca.

Creo en el hielo y el viento, en la erosión
de mi mortaja, piel que escupe vida
hasta su firme muerte entre gusanos.

Me ha gustado mucho Óscar. MUCHO.

¡Un saludo!

PEPE dijo...

¿Acaso tienen que ver esas noticias novelescas con la dramática historia de un trabajador de unos grandes almacenes?

Por cierto, nos hemos salvado de la carretera. Ya estamos en casa.

Te llamo esta semana y hablamos.

Un abrazo fuerte

pepe

Óscar Santos Payán dijo...

Gracias por tu comentario y tu visita, Marisa, un abrazo.

Anónimo también gracias. Lo del plagio no lo cojo, si me lo explicas te lo agradecería.

CBB, me gusta lo que has escrito. Te visitaré. Gracias por tu comentario.

Querido Pepe, no tiene que ver nada con lo del empleado. Es otra historia que lleva escrita más de diez años. Te contaré, un abrazo