viernes, 24 de octubre de 2008

SOBRÓ ELLA

Caía la noche paseando hojas y calles,
ciudad de nadie o de caminos.
Durante la tarde espié tu respiración
e imaginé que mis manos, en un rincón del frío,
las tuyas atrapaban.
Pero los sueños son de la noche
y esperé el reparto impaciente,
como un niño o un hombre
esperan un regalo.
Se produjo, y nos escondimos
de nosotros mismos en un metro de moqueta,
y hablamos, y deseé que me desearas,
y sentí que el tiempo volaba sin besarte.
Sobró ella.

4 comentarios:

samsa777 dijo...

¡Vaya! Me desconecto una millonésima de segundo de los blogs y ¡plaf! Me citas (y me ruborizas), pones La mentirosa, haces una entrevista interesantísima (a ver si me pongo al día en la página de RKtwenty) y cuelgas este poema... ¡El tiempo es relativo y, en este caso, demasiado elástico!

Sólo resta decir: GRACIAS

¡Abrazos!

Luna Miguel dijo...

a mi me sobra el cafe Maceta

Luna Miguel dijo...

http://www.flickr.com/photos/digitalpiaf/

el lector dijo...

ella nunca sooobra,
ellas nunca soobran,

declínalo cien veces, con tono paciente