jueves, 25 de febrero de 2010

El asfalto se ha convertido en un espejo y cada coche que pasa me desfigura el rostro. Camino sin reconocerme hasta que deje de llover, entonces volveré a ser el mismo, una desilusión óptica.

2 comentarios:

Marisa Peña dijo...

Me encanta lo de la "desilusión óptica" ...genial.un beso

samsa777 dijo...

Te escucho.