El asfalto se ha convertido en un espejo y cada coche que pasa me desfigura el rostro. Camino sin reconocerme hasta que deje de llover, entonces volveré a ser el mismo, una desilusión óptica.
He dado muchas vueltas alrededor del sol y en ese tiempo he hecho un poco de todo. La suerte me ha acompañado en algunos tramos de la elipsis y en otros se presentaron eclipses que han engordado el olvido. Planté un árbol de niño y ya adulto tuve una hija que es el motor de este viaje interestelar, después publiqué un libro de poemas y una novela. Si me queda algo por hacer ya vendrá, y si no, me fundiré el tiempo jugando con Paola,con los que quiero, leyendo, viendo pelis y escribiendo versos que pernocten en los cajones de mi casa.
2 comentarios:
Me encanta lo de la "desilusión óptica" ...genial.un beso
Te escucho.
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