viernes, 11 de febrero de 2011

Frágiles

Si me paro a pensar, si detengo el movimiento de todo lo que orbita en mí y a mi alrededor, si utilizo el silencio un escalofrío me recorre el cuerpo. Siento entonces un miedo atroz y me repito: soy frágil, somos frágiles, como el cristal de la casualidad, sólo eso, cristal en un mundo de aceradas aristas. No debo detenerme, si algo ha de romperse que al menos sea caminando y que la inercia usurpe mi nombre hasta donde alcancen sus fuerzas.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues yo a veces quiero parar a pensar. O mejor dicho, tan solo parar y que lo que tenga que seguir, siga, que se rompa si ha de romperse. Pero parar y que la fragilidad de la casualidad (como tú dices) me alcance. Y si en esa casualidad estás tú quisiera no seguir, sólo parar y que me alcanzara, que me arrastrara hasta donde llegase su fuerza.

Óscar Santos Payán dijo...

Muchas gracias por tus palabras. Un abrazo

Vía Morouzos dijo...

romperse... ¡crash!... surge el ruido... el silencio se aleja... el silencio vuelve... ¡crash!... surge otro ruido... hasta que un día el cristal es tan minúsculo que... ¿silencio?... ¿silencio?... la nada...

¡Un abrazo, Óscar! Es un auténtico placer leerte. ¡BesOOOs!

sandrocenturion dijo...

"que la inercia usurpe mi nombre" hermoso, poesía pura. Saludos

Óscar Santos Payán dijo...

Gracias Clotho y gracias Sandro. Un abrazo para Argentina