Me gustaría tener la paciencia
de las cosas,
esperar impasible
el exterminio,
como las piedras esperan la traición
del agua o de la mano.
Quisiera no pensar y poseído
por el disimulo del cuerpo inerte
venderle al mundo mi paciencia,
como las cosas, sí,
con corazón de piedra.
viernes, 3 de julio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
10 comentarios:
Me gusta mucho Oscar, y ese corazón de piedra final me ha dejado K.O
Un abrazo
me gustaria no se si tener el corazon de piedra pero sí que no fuese tan permeable. Mi corazón es tan accesible quu es facil dañarlo.
a veces duele tanto....a veces es tan dificl tener paciencia con las cosas del corazón
me gusta como escribes y me gustan los globos y la luna
¿Qué me vas a contar que no haya sentido en mis carnes? http://elcajondelospretextos.blogspot.com/2009/06/dias-de-piedra.html
Es fuerte leerte... Un abrazo
Gracias Marisa, me alegra que te guste.
Anónimo, un placer tus paseos por el infierno.
Susana, muchas gracias. Os sigo leyendo. Un abrazo
Estimado Óscar, espero que este verano te sea propicio, y que la piedra acabe disolviéndose definitivamente. Por cierto, como sé que te gusta el ciclismo, me permito recomendarte este blog http://elcocheescoba.blogspot.com/ para que encuentres relaciones entre las bicis y las piedras.
Un abrazo para ti y para la rubia extraordinaria.
Zala
De verdad crees que la mano traiciona la piedra, que también lo hace el agua cuando la desgasta y consume?
El tiempo huye, ésa si que es una traición.
Un abrazo primo.
Por cierto, veo que no entras al trapo de mis arremetidas.
Pepe
La paciencia de las cosas... qué gran hallazgo.
siempre es atractivo (e hipnótico) lo de no pensar. además de las piedras hay otras opciones.
no pensar:
-como una mesa
-como un frigorífico
-como el ibuprofeno (que tampoco lo hace).
o como una foto. las fotos no piensan. objetos que simulan ser persona (o paisaje). pero, claro, prefieres las piedras.
piedras inmóviles en el recuerdo
Gracias Morgana y periferia... por vuestras visitas que ya he correspondido entrando en vuestras casas. un abrazo
Publicar un comentario